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Estados Unidos y Japón quieren votar hoy en la ONU sanciones para el Gobierno de Kim Jong Il

Corea del Norte acusa a EE.UU. de preparar un ataque preventivo

Corea del Sur está en alerta ante la amenaza de otra prueba nuclear en menos de tres días

Activistas surcoreanos queman una caricatura del líder norcoreano Kim Jong II

Publicado por
Oscar Santamaría - corresponsal | nueva yorkwashington
León

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Corea del Norte volvió ayer a la carga, haciendo suya la tesis de que la mejor defensa es un buen ataque. El régimen de Pyongyang echó en saco roto las palabras del presidente George W. Bush, que un día antes negó que su intención fuera atacar al país asiático, y acusó a Estados Unidos de estar preparando un «ataque preventivo» en su contra. El primer paso sería el despliegue en marcha de nuevos contingentes militares en el sur de la península, donde ya tiene estacionados desde hace décadas más de 30.000 soldados. Las advertencias de Corea del Norte, propagadas por los medios afines al gobierno de Kim Jong Il, también llegaron hasta Japón, en este caso en forma de amenaza dejando claro a Tokio que pondrá en marcha «fuertes contramedidas» si aplica las sanciones que aprobó el jueves, entre las que están el bloqueo a la importación de bienes norcoreanos, la prohibición de que sus barcos pasen por sus aguas internacionales o que la gran mayoría de sus ciudadanos entren a su territorio. Japón, que el pasado julio adoptó otras sanciones económicas tras el lanzamiento de siete misiles balísiticos, es el primer país en castigar ahora a Corea del Norte. Por otro lado, la preocupación de que Pyongyang haga otra prueba nuclear más potente en los próximos días sigue en aumento. El gobierno de Corea del Sur ordenó ayer a las Fuerzas Armadas de su país que se mantengan en alerta ante la posibilidad de que se produzca en los próximos dos o tres días, según indicó un diario de Seúl que tuvo acceso a fuentes norcoreanas. Mientras tanto, la diplomacia toma un ritmo frenético con varios frentes abiertos. Por un lado, las reuniones bilaterales se suceden en Pekín, Moscú y Washington, y por otro los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se apuran para ponerse de acuerdo en una resolución que, según quiere Estados Unidos y Japón, podría votarse hoy. No obstante, ayer al mediodía aún persistían las diferencias entre Estados Unidos y China sobre el alcance de las sanciones, aunque en un esfuerzo por sacarla adelante éstas se habrían suavizado, limitándose la referencia al Capítulo VII a leves sanciones de carácter económicas y diplomáticas, y sin mencionar un posible recurso al uso de la fuerza.