| Perfil | Abimael Guzmán |
El profesor maoísta
El jefe histórico de la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, que ha sido condenado a cadena perpetua, acabará sus días tras las rejas sin concluir su aventura de reproducir en Perú el modelo revolucionario de su ícono Mao a sangre y fuego. El profesor universitario de filosofía de 72 años, preso durante los últimos 14 años, carga sobre sus espaldas con la responsabilidad intelectual de uno de los más cruentos conflictos en América Latina, con casi 70.000 muertos en las dos últimas décadas. Guzmán abrazó el maoísmo y los métodos del camboyano Pol Pot, y se formó durante 25 años una imagen de revolucionario duro e implacable dispuesto a ajusticiar a un poblado de los Andes peruanos en castigo por no respaldarlo. El juicio mostró su lado desconocido, cuando su lugarteniente Óscar Ramírez, camarada Feliciano, lo acusó de «cobarde» y de ser incapaz de apretar el gatillo de un arma. Abimael Guzmán saltó al primer plano cuando a comienzo de los 60 abandonó su cátedra de filosofía en la universidad San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho, una de las regiones del Perú donde la pobreza se ha convertido en marca indeleble. En Ayacucho creó e impulsó a su partido, cuya tarea era «construir el comunismo por el sendero luminoso de José Carlos Mariátegui» (pensador peruano, creador del Partido Socialista).