Oxaca, una ciudad sin ley y aislada por las barricadas

Hombres, mujeres y ninos instalan noche tras noche barricadas en la ciudad mexicana de Oaxaca para frenar una eventual acción policial, aunque también para protegerse de la delincuencia. Los cientos de personas que participan en las protestas contra el Gobierno local comenzaron a instalar barricadas el 21 de agosto, cuando presuntos policias estatales dispararon contra una estación de radio local en manos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Uno de los tiros mato a Lorenzo Sanpablo, que hacia guardia en la emisora. El conflicto comenzó el 22 de mayo, pero se recrudeció el 14 de junio, tras un fallido intento policial de desalojar a los maestros que exigian un aumento salarial y simpatizantes que habían tomado el centro de la ciudad. Ahora la zona esta en manos de la APPO, fuera del control de la policía estatal y municipal, y hay disturbios y enfrentamientos ocasionales que han dejado cuatro muertos. Los miembros de la APPO, profesores y simpatizantes se suman cada noche a la construcción de barricadas para presionar y lograr la renuncia del gobernador oaxaqueno, Ulises Ruiz, a quien acusan de corrupto y represor. Hombres y mujeres transportan lena para fogatas, neumáticos, sacos de arena o troncos de arboles, que son apilados en las calles para impedir el paso de la policía o los ladrones, explica María Hernández. Una madre de unos 35 años, acompañada de su hijo de 10, exclama: «¡Que necesidad tengo de estar aquí con mi hijo!, pero el señor Ulises (Ruiz, gobernador) es necio, ve que ya no puede gobernar y por eso por las noches nos envia policias para asustarnos, pero no nos amedrenta». «Nosotros no somos de la APPO, ni profesores, somos ciudadanos que queremos que Ulises se vaya de Oaxaca, queremos que esto se solucione ya», dice otra mujer. En varias barricadas, los manifestantes tienen cocteles molotov. Un dictamen que prepara el Senado mexicano rechaza la exigencia de los miles de manifestantes para que se destituya al gobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI). «No ha lugar a declarar desaparecidos los poderes», que derivaria en la destitución de Ruiz, señala. Los vecinos de Oaxaca declararon ayer una «alerta máxima» ante posibles agresiones de grupos del PRI que amenazaron con retomar la zona después de que ellos advirtieran de que extenderan el conflicto a otras localidades. Mientras, el Gobierno federal asegura una salida pacífica antes de diciembre, cuando asumirá la presidencia Felipe Calderón, del derechista Accion Nacional (PAN) en sustitución de Vicente Fox, a quien se le critica que no haya enviado a la policia federal para poner fin a la situación.