El ministro británico de Defensa, Des Browne, afirmó que el proceso de entrega del control de la seguridad en Irak a las fuerzas iraquíes se encuentra en su fase final, pero precisó que las tropas británicas no dejarán el país hasta que
. En declaraciones a la cadena de televisión Sky News desde Afganistán, Browne subrayó que las fuerzas iraquíes han asumido el control de dos de las cuatro provincias bajo responsabilidad británica en Irak. «Se trata de un proceso, no de un hecho puntual», precisó. El secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico, Kim Howells, había dicho previamente que el Ejército y la Policía iraquí deberían ser capaces de hacerse cargo de la seguridad en su país en el plazo de un año.
Bien entrenadas En declaraciones a la cadena británica BBC, Howells dijo que en ese plazo de tiempo habrá unas fuerzas de seguridad iraquíes «suficientemente entrenadas». Las declaraciones de los responsables británicos se producen un día después de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, revisó hoy su estrategia en Irak con los responsables militares de la zona y descartase que vaya a haber cambios drásticos para hacer frente a la imparable escalada violenta en el país árabe. Las tropas británicas en Basora, en el sur de Irak, recibieron la visita del príncipe Felipe, duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, como muestra de apoyo a una posición más que delicada,