Los serbios votan una constitución que impida la segregación kosovar

Serbia celebró ayer la primera de las dos jornadas de un referéndum en el que su ciudadanos se pronunciarán sobre el proyecto de una nueva Constitución nacional, cuyo punto central es el rechazo a una secesión de la provincia de Kosovo, habitada por una mayoría albanesa independentista. El proceso de votación transcurre en un clima de movilización nacional y de una insólita unidad de los mayores partidos políticos para mantener a Kosovo dentro del Estado serbio. «La nueva Constitución ciñe la soberanía de Serbia que se convierte en el momento justo y en la forma justa en un Estado democrático y de derecho», declaró después de votar el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica. Añadió que los participantes en el plebiscito son los creadores de una nueva era en la historia de Serbia, cuya constitución actual fue adoptada en 1990 bajo el régimen autoritario de Slobodan Milosevic Destacó también que con la nueva Carta Magna se confirma una vez más el apego del país al respeto del derecho internacional en cuanto a Kosovo, que es parte integrante de Serbia no sólo históricamente y según el derecho nacional, sino también «desde el punto de vista del derecho internacional». Cambio de rumbo El presidente serbio, Boris Tadic, dijo tras depositar su voto que «con la nueva Constitución obtenemos discontinuidad con la época de Milosevic». «Esta (Constitución) es mejor que la anterior y habrá tiempo para arreglar lo que no se haya definido de la mejor manera en este texto», precisó y agregó que tras su adopción seguirán elecciones y la formación de un fuerte gobierno democrático. Ivica Dacic, líder del Partido Socialista de Serbia, fundado por el difunto Milosevic, señaló tras depositar su papeleta, que la nueva Constitución es esencial ya que «no habrá mano serbia que pueda firmar la independencia de Kosovo». En el preámbulo de la Carta Magna se define a Kosovo como «parte integrante de Serbia» que «dispone de una autonomía sustancial». Esta provincia meridional serbia está desde junio de 1999 bajo protectorado provisional de la ONU, pendiente de la solución de su futuro estatus que debe decidirse en los próximos meses. El texto fue aprobado de forma unánime por el Parlamento el pasado 30 septiembre, y para su promulgación definitiva más de la mitad de los 6,6 millones de ciudadanos con derecho a voto deberán dar su visto bueno. Según los sondeos realizados en las últimas semanas, eso no debería ser un problema, ya que entre el 53 y 56 por ciento del electorado anunció que asistirá a la votación para dar el «sí» a la nueva Constitución.