El Gobierno impuso el toque de queda, cerró el aeropuerto y movilizó a sus Fuerzas Armadas
Alerta máxima en Irak ante la condena a muerte contra Sadam
Cada día más de 3.000 civiles iraquíes abandonan el país huyendo de la ola de violencia imparable
Tanto en Bagdad como en sus alrededores han aumentado los controles
El temor a que Irak se convierta en «un infierno» en el caso de que hoy se dicte la sentencia contra Sadam Hu-seín llevó al Gobierno de Nuri al Maliki a decretar el toque de queda en tres provincias del país y a poner al Ejército en estado de alerta. Aunque no es oficial, se prevé que hoy el tribunal que juzga al depuesto presidente y siete de sus antiguos colaboradores por su supuesta implicación en la muerte de 148 chiíes de la aldea de Duyail en 1983 dic-te su sentencia, casi con toda probabilidad condenatoria. Se enfrentaría así a la horca. Aunque, el cumplimiento de la pena de muerte podría llevar meses, incluso años, hasta que se agoten todas las apelaciones. El equipo de la defensa del ex dictador envió, a finales de octubre, una carta al presidente George W. Bush en la que advirtió de que Irak se convertirá en «un infierno» si su defendido era sentenciado a muerte. El viernes, su principal abogado, Jalil al Dulaimi, consideró que el veredicto tiene como objetivo aumentar la popularidad de Bush ante las elecciones del martes en EE.UU., por lo que solicitó un aplazamiento. Maliki impuso el «toque de queda total e indefinido» en Bagdad y las provincias de Salahedín y Diyala, desde las 6.00 hora local de hoy, además ordenó el cierre del aeropuerto internacional de Bagdad. Salahedín, donde se encuentra Tikrit (ciudad natal de Sadam) y Diyala son dos provincias de mayoría suní donde se concen-tra insurgentes y terroristas. El viernes, el Ministerio de Defensa decretó el «estado de alerta» de las Fuerzas Armadas iraquíes, que prevé la cancela-ción de todos los permisos de los oficiales y la convocatoria de los soldados de la reserva. Sin embargo, las medidas de excepción no lograron evitar que trece personas perdieran ayer la vida en distintos actos de violencia, entre ellos cinco guardaespaldas del presidente iraquí, Yalal Talabani. Cada vez son más los iraquíes que huyen de la violencia. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) calcula que 3.000 iraquíes llegan cada día a Siria yJordania. Cerca de 1,6 millones de iraquíes están desplazados en el interior de su país, y más de 1,8 millones en el extranjero.