Los republicanos movilizan a sus bases para mantener el Congreso

Apenas 24 horas antes de la cita con las urnas, republicanos y demócratas libraban una cruda batalla cuerpo a cuerpo a lo largo y ancho de Estados Unidos para intentar arañar los escasos votos que podrían inclinar la balanza hacia un lado u otro y determinar el rumbo del país en los cruciales próximos dos años. Hasta el momento, los demócratas aventajan a los conservadores en todas las encuestas. Si bien se da por hecho que recuperarán el control de la Cámara de Representantes, todas las miradas están puestas en si podrán también hacerse con el Senado. Las maquinarias electorales de ambos partidos llevan semanas echando humo. En la recta final de la campaña, miles de militantes y voluntarios han viajado hasta los estados más reñidos, claves en el resultado final, para pedir puerta por puerta el voto y convencer a los indecisos. El presupuesto para tal fin supera, en ambos partidos, los 30 millones de dólares y se apoya en organizaciones civiles afines como, por ejemplo en el caso demócrata, MoveOn.org cuyos miembros realizaron en los tres últimos días más de tres millones de llamadas telefónicas. Movilizar a las bases El objetivo ahora es solo uno: movilizar a sus bases, que todo el mundo vote. Normalmente en este tipo de elecciones intermedias que no coinciden con las presidenciales el porcentaje de participación es más bajo, en torno al 40%. «Id a votar. Llevad a vuestros vecinos y amigos», pidió George W. Bush en un mitin en Kansas en su quinta día consecutivo en la carretera. Y es que una baja abstención es la única esperanza de los republicanos para evitar el desastrosos escenario que supondría perder el control de ambas cámaras, donde reinan desde 1994, y sería la única forma para frenar el impacto de la calculada campaña demócrata que situó a Irak como la prioridad en estas elecciones, que tan buenos resultados les ha dado. Por ello las últimas horas se han redobladoesfuerzos para evitar que esta circunstancia marque el proceso. Según un sondeo de la CNN difundido ayer, la popularidad de Bush está en el 35%, un nue-vo mínimo que pasará factura a los republicanos en las urnas. El 41% de los encuestados dije-ron que su descontento con el presidente influirá a la hora de depositar su voto. Su advertencia de que los demócratas no dudarán en subir los impuestos tan pronto como tomen control del Capitolio no parece haber sido tan efectiva. Sondeos fiables De acuerdo a los sondeos más fiables, los demócratas podrían sumar entre 20 y 35 escaños en la Cámara de Representantes (donde están en juego el total de 435 asientos), una horquilla muy superior a los 15 que necesitan para hacerse con el control. En el Senado (donde se renuevan 33 escaños de los 100 que lo componen) necesitan arrebatar seis asientos pero de momento cuentan con tres, mientras otros tres están en empate técnico (Misuri, Tennessee y Virgina). Es ahí donde se decidirán los comicios.