La Marina retornó del Líbano
Con la llegada a sus bases de los buques que tomaron parte en la operación, la participación de la Armada en la misión española en el Líbano llega a su fin ya que el dispositivo naval no se reactivará
La participación de la Armada en la misión española en el Líbano llegó a su fin con la llegada a sus bases de los buques que se integraron en la operación. Ayer, al Arsenal ferrolano arribaron la fragata F-102 Almirante Juan de Borbón y el buque de aprovisionamiento Patiño, que, desde septiembre, han viajado en dos ocasiones hasta ese país para apoyar al despliegue de la Infantería de Marina. Los dos barcos gallegos integraron la primera fuerza anfibia que llegó al Líbano en septiembre para transportar tropas y vehículos. Culminada esa fase la operación naval «ha sido disuelta y no han pensado volver a reactivarla», explicó Fausto Escrigas Rodríguez, comandante de la F-102. La fragata y el Patiño transportaron a 360 militares, un tercio de los cuales son gallegos, en una navegación carente de incidencias. Escrigas explicó que el principal riesgo que entrañan misiones como la que acaban de terminar es «la amenaza asimétrica, la guerra no convencional; no es un ejército regulado, sino terroristas que realizan acciones inesperadas, como hacer explotar un pesquero». Los mejores barcos No obstante, y pese a que insistió en que en estos últimos 28 días en la mar no se enfrentaron a problemas de este tipo, apeló al potencial de las fragatas más modernas de la Armada: «Tenemos el mejor barco de Europa para la guerra antiaérea y también en defensa antimisil», afirmó. A pie de muelle, los familiares esperaban ansiosos el desembarco de sus seres queridos. «Estos viajes no son fáciles, porque a las zonas a las que van no son seguras; así no podemos estar tranquilas», explicó la mujer de un cabo de la F-102. También cabo de la fragata es Pablo López, quien se mostró satisfecho por haber podido afrontar una misión real. El regreso de los barcos a Ferrol coincidió con el aten-tado en Afganistán. «Pensé que eso mismo podía haber pasado en el Líbano y me quedé temblando», comentó la madre de un tripulante.