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Entró al centro, en Alemania, armado con fusiles, un cuchillo y varias bombas de gas

Un joven se suicida en su antiguo colegio pero antes hiere a 27 personas

Escribió en una carta que «os reíais de mí y ahora hago yo lo mismo con todos vosotros»

Policías y bomberos ayudaron a evacuar el colegio con el fin de evitar males mayores

Publicado por
Úrsula Moreno - corresponsal | berlín
León

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Alemania se acostaba ayer conmocionada ante un nuevo caso de fracaso personal, social y escolar. Un joven de 18 anos se suicidaba, no sin antes irrumpir, armado hasta los dientes, en su antigua escuela y disparar a diestro y siniestro, hiriendo gravemente al portero y levemente a cuatro companeros. Este joven solitario como lo calificaron profesores y alumnos. no solo acudió armado con fusiles, un cuchillo y bombas de gas, sino sobre todo con mucha furia contenida, a juzgar por la carta de despedida en la que asegura querer vengarse del profesorado: «Lo único que me enseñaron en el colegio fue que soy un perdedor «Os reíais de mí, y ahora hago lo mismo con vosotros, aunque mi humor sea distinto». La carta, que el mismo suicida había colgado en Internet .posteriormente fue retirada por las autoridades., concluía con unas palabras reveladoras: «Y ahora, me marcho». Esta pesadilla, que culminó con 27 heridos, tuvo como escenario la escuela secundaria de los Hermanos Scholl en Ermsdetten, una localidad de Renania del Norte-Westfalia (oeste de Alemania) de apenas 36.000 habitantes. Un drama que trajo a la memoria de todos lo sucedido en Erfurt hace cuatro años; en aquella ocasión un antiguo alumno asaltó su instituto acabando con la vida de 16 profesores y alumnos. Tambien el protagonista de Ermsdetten era un chaval al que le gustaba vestirse de negro, que no se relacionaba con casi nadie, al que fascinaban los juegos de ordenador como el counter strike. Otra de sus pasiones era la ropa de camuflaje, y al igual que Robert Steinhauser .el asesino de Erfurt de 19 años. tambien era un fanático de las armas, con las que le gustaba posar con aspecto de hombre duro. Precisamente, la posesión ilegal de fusiles le hubiera obligado hoy martes a personarse en el juzgado, si no fuera porque ayer el joven de 18 años, según explicó la policía, entró durante la pausa de la mañana en su antigua escuela, saco un fusil de cañón recortado y disparo contra varios alumnos. Al parecer, llevaba el rostro cubierto con una mascara de gas. Cuando la policía asaltó el recinto lo encontró muerto, tendido en el segundo piso y con artefactos explosivos sujetos al cuerpo. «El vacío de su vida» «Actuo movido por el vacio de su vida», dijo ayer el fiscal Wolfgang Schweer. De hecho había anunciado acciones violentas en Internet, donde al parecer habia admitído que no veía salida y había solicitado ayuda. Todos los textos fueron retirados ayer de la Red tras los dramáticos hechos. Más de la mitad de los 27 heridos son policías, y la mayoría fueron atendidos por la inhalación del humo propagado por explosivos.

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