El Kremlin niega estar detrás del envenenamiento de un ex espía

Al tiempo que el Kremlin calificaba de tonterías las acusaciones de que el Gobierno de Vladimir Putin se encuentra detrás del complot para asesinar al ex espía ruso disidente Alexander Litvinenko, éste era trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital londinense donde fue ingresado el pasado fin de semana al deteriorarse su estado. Quizás nunca se descubra la mano autora del intento de envenenamiento de Litvinenko, pero lo que es evidente en el Reino Unido es que las maneras de actuar del Gobierno de Putin no han variado de las que se utilizaban en los años de la guerra fría. «No merece la pena comentar afirmaciones que son una absoluta tontería.» De esta manera despachó el intento de asesinato del ex espía ruso el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. «Todas las acusaciones vertidas contra el SVR parecen, como mínimo, poco convincentes», declaró Serguéi Ivanov, jefe de prensa del SVR, a la agencia Interfax. El portavoz del SVR agregó que «desde 1959, cuando fue liquidado el nacionalista ucraniano Stepán Bander, el SVR soviético y su sucesor no realizan actividades relacionadas con la eliminación física de individuos indeseables para Rusia». En opinión de Ivanov, los investigadores deberían centrar sus pesquisas «en el entorno de Litvinenko en Londres». Y un portavoz del Servicio Fede-ral de Seguridad (FSB) el sucesor del KGB y lugar en el que Litvinenko ocupó el cargo de teniente coronel hasta que desertó, señaló que, sencillamente, no tenían ningún comentario que realizar. Ayer el Hospital University College de Londres informó que el ex espía había sido conducido a la unidad de cuidados intensivos «al comprobarse un ligero empeoramiento de su salud». Litvinenko fue trasladado desde el hospital de Barnet, en Londres cuando su sistema inmunológico comenzó a fallar como consecuencia del veneno. Trasplante de médula ósea Los amigos de Litvinenko que le han visitado en el hospital donde se encuentra bajo protección policial, dicen que el hombre que solía correr todos los días cinco kilómetros y que se encontraba en plena forma física, ahora parece un fantasma, ha perdido todo su pelo, tienen problemas para hablar y corre peligro de fallos renales y cardiacos. Los médicos indicaban que quizás necesite un transplante de médula ósea. «Aquellos que somos críticos con el régimen actual en Rusia nos hemos sentido hasta ahora seguros en Occidente, pero a partir de lo ocurrido a Litvinenko ya ninguno nos sentimos seguros», indicaba el amigo de la víctima Alex Goldfarb en las puertas del hospital, y agregó, «es muy difícil imaginar que los presidentes ordenen asesinatos y nadie está diciendo que Putin ordenó personalmente esto, aunque es muy probable.» Scotland Yard está investigando el intento de asesinato y una de las pistas que prosigue es una reunión que Litvinenko mantuvo con dos rusos el pasado 1 de noviembre en Londres, uno de ellos un hombre que en el pasado fue mano derecha del millonario ruso Boris Berezovsky, La otra persona fue con Mario Scaranella,.