Rusia asegura haber dado muerte al líder de Al Qaida en el Cáucaso Norte
En una operación de limpieza contra la guerrilla separatista chechena, un destacamento de las fuerzas federales rusas y varias unidades de la Policía daguestaní consiguieron abatir ayer a Abú Javs, el enlace de Al Qaida en el Cáucaso Norte. Junto a él murieron cuatro de sus compinches. Esa es al menos la información que recoge la nota difundida por el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, antiguo KGB), bajo cuya batuta se organizó todo el dispositivo de captura. Abu Javs, un jordano de 33 años, y los hombres armados que le acompañaban fueron cercados hacia las cinco de la mañana del domingo en una casa de la localidad daguestaní de Jasaviurt, situada junto a la frontera con Chechenia, pero se negaron a entregarse. Según Mijaíl Merkúlov, subjefe del FSB de Daguestán, la refriega duró cuatro horas. Sólo uno de los miembros del grupo de operaciones especiales del FSB resultó herido. Separatistas chechenos Los cinco integristas muertos militaban en la guerrilla separatista chechena, cuyo cabecilla, tras las muertes de Aslán Masjádov y Shamil Basáyev, es ahora Dokú Umárov. De acuerdo con las declaraciones de Merkúlov, Abú Javs ocupaba un puesto destacado dentro de la jerarquía de los rebeldes chechenos y era el enlace con Al Qaida. El responsable del FSB sostiene que Javs ha sido el organizador de todos los atentados perpetrados en Chechenia en los últimos meses y participó probablemente en el asesinato de los cuatro diplomáticos rusos secuestrados en Irak el pasado mes de junio. En la dirección Abú Javs asumió la dirección de Al Qaida en el Cáucaso Norte después de la muerte por envenenamiento de Amir Hattab, hace cuatro años. Aslán Masjádov, elegido presidente de Chechenia en enero de 1997, cayó en una trampa en marzo de 2005 y murió a tiros. Su sucesor, Abdul Halim Saiduláyev, perdió la vida en un enfrentamiento con fuerzas rusas el pasado mes de junio. Casi un mes después, saltaba por los aires mientras transportaba explosivos en un camión Shamil Basáyev, el terrorista «número uno» de Rusia.