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Viejas rencillas entre colegas
La policía sopesa los movimientos de cinco hombres que entraron en el Reino Unido haciéndose pasar por aficionados del CSKA
Durante los últimos días han surgido una variedad sorprendente de suposiciones, teorías y conspiraciones -tantas como libros de John Le Carre- sobre quién, cómo y por qué fue asesinado Alexander Litvinenko. Pero quizás la que cuenta con más posibilidades es la que ofrecía ayer The Guardian -uno los diarios británicos que con más profusión ha tratado el caso Litvinenko-, en la que se señala cómo los autores del asesinato pudieran ser agentes disidentes del Estado ruso, descartando de esta manera una implicación directa del Kremlin y del propio presidente Vladimir Putin. Esta es al menos la versión que manejan estos días los agentes secretos del MI5 y del MI6 británicos, ya que un complot tan sofisticado sólo pudo ser realizado por personas con acceso a laboratorios nucleares. Al mismo tiempo la utilización de polonio 210 no parece que hubiera sido el método expeditivo elegido por los agentes al servicio de Moscú. El isótopo radiactivo deja rastros, puede contaminar a terceros y la víctima tarda en morir, lo que puede dar tiempo a acusaciones. Un tiro en un callejón, o sencillamente la desaparición de alguien es más rápido y seguro. Según The Guardian, la policía sigue de cerca los movimientos de un grupo de cinco hombres que entró en el 1 de noviembre en Reino Unido haciéndose pasar por aficionados de fútbol rusos que iban a asistir al partido entre el CSKA de Moscú y el Arsenal, que se iba a celebrar ese mismo día. El grupo, de cinco hombres o más, regresó a Rusia poco después, según el diario. Aunque en Inglaterra no se da por sentado nada, 'The Guardian' especulaba con la posibilidad de que estas cinco personas fueran o bien agentes insurrectos o antiguos agentes del FSB, el actual KGB.