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La comisión bipartidista recomienda la retirada de las tropas para comienzos del 2008

Bush se compromete a tomar «muy en serio» el informe Baker acerca de Irak

Los presidentes del Grupo de Estudio creen no obstante, que no hay una solución mágica La situación, grav

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Óscar Santamaría - corresponsal | nueva york
León

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«No hay una solución mágica para Irak». Partiendo de esta premisa, el Grupo de Estudio sobre Irak presentó ayer 79 recomendaciones para cambiar el rumbo de la situación y evitar un escenario aún más desastroso. George W. Bush calificó el informe de «duro» y prometió tomárselo «muy en serio», aunque señaló que posiblemente el Gobierno «no comparta todas y cada una de las recomendaciones». No obs-tante, dijo que algunas de ellas son «muy interesantes» y que es «una buena oportunidad» para acercar posiciones entre demócratas y republicanos. Copresidido por el ex secreta-rio de Estado James Baker (republicano) y el ex congresista Lee Hamilton (demócrata) deja claro que no hay soluciones mágicas, pero que si la Casa Blanca lo pone en práctica, y admite que su estrategia no está funcionando, «las posibilidades para que la situación mejore au-mentarán». En rueda de prensa tras entregar el informe no vinculante a Bush, los 10 miembros de la comisión bipartidista coincidieron en señalar que una apuesta exclusivamente militar no dará resultado. Menciona el primer trimestre de 2008 como plazo para iniciar el retiro de las tropas de combate (aunque no establece un calendario preciso). Tras resaltar que la violencia sectaria es el principal desafío, también meten presión al Gobierno iraquí: «Si no progresa en su cometido, EE. UU. deberá reducir su apoyo político, militar y económico». Insisten en la necesidad de entablar conversaciones con Irán y Siria, a lo que la Casa Blanca se niega. «Durante 40 años estuvimos hablando con la URSS, cuando ellos nos querían borrar del mapa. Y es que no sólo hay que hablar con tus amigos, si no también con los enemigos», dijo Baker. Baker y Hamilton resaltaron que otro objetivo de su estudio es unir a Estados Unidos, dividido por una guerra. La difusión del texto coincide con la visita a Bush de Tony Blair, tras admitir que coincidía con la evaluación de que no se está ganando la guerra.