Javier Solana recibe el premio Carlomagno por su defensa europea
Después de llevar a cabo durante siete años un infatigable trabajo a favor de la construcción de la casa común europea y una agitada labor de mediador para evitar conflictos en África y Oriente Próximo, el Alto Representante de la Unión Europea para Política exterior y de Seguridad, Javier Solana, fue galardonado este sábado con el premio Carlomagno, que cada año otorga la ciudad de Aquisgrán para distinguir a una personalidad que se haya destacado en su trabajo a favor de Europa. El directorio de la fundación Carlomagno escogió a Solana por los servicios que ha prestado a la unidad y al progreso de Europa, pero también por su trabajo a favor de la promoción de la paz en el mundo. En un comunicado dado a conocer en Aquisgrán, el directorio también señala que Solana es un gran trabajador de la Unión Europea. «Javier Solana recibe el premio como reconocimiento a su extraordinario compromiso para un aporte sustancial de Europa a un mundo más justo y seguro», señala el comunicado del Directorio que también califica el trabajo de Solana como jefe de la diplomacia europea como «extraordinario». El cuarto español Javier Solana es el cuarto español que recibe una de las máximas distinciones europeas. En 1973, el premio Carlomagno fue concedido al escritor y filósofo, Salvador de Madariaga (tío de Solana), en 1982 fue premiado el rey Juan Carlos y en 1993, el ex presidente del gobierno español Felipe González. «Haber sido galardonado con el mismo premio que su tío, que además fue el primer español en recibirlo, es un motivo más de orgullo y satisfacción para el Alto Representante», dijo la portavoz de Solana. «El premio supone un gran espaldarazo a su trabajo que tiene como objetivo hacer que Europa siga adelante y, al mismo tiempo, realzar el rol de la Unión Europea en el mundo». El propio Solana guardó ayer silencio, pero confesó al alcalde de Aquisgrán que recibir el premio Carlomagno era un gran honor para el y su familia. «Me aseguro, que como europeísta convencido, la distinción tenia más valor que el Premio Nobel».