Carrera contrarreloj en elReinoUnido para cazar al destripador de Ipswich

Scotland Yard lanzó ayer una de las mayores investigaciones criminales de su historia para hallar, al que parte de la prensa británica ha bautizado como el «destripador de Ipswich» y otra parte como el «estrangulador de Ipswich». Este homicida puede pasar a los anales policiales del Reino Unido como el asesino en serie más rápido, ya que en tan sólo diez días se ha cobrado la vida de cinco prostitutas, batiendo el récord de sus antecesores «Jack el destripador» -que asesinó a cinco en 1888- y a Peter Sutcliffe, el «destripador de Yorkshire» -que mató a trece entre 1975 y 1980-. Lo peor es que la policía británica sabe que el asesino volverá a actuar y ha pedido a las prostitutas que se mantengan alejadas de las calles. Es comprensible, por tanto, que el pánico se halla adueñado de la sociedad británica -y sobre todo de los vecinos de Ipswich, en el condado de Suffolk- y que en sólo cinco horas la policía recibiera 2.199 llamadas telefónicas de gente aportando información. Ayer por la tarde los forenses retiraron los cuerpos desnudos de las dos últimas víctimas de la zona boscosa donde aparecieron el martes para ser trasladados a un hospital y realizar la autopsia. Pero antes, los detectives peinaron la zona y recogieron pruebas de vegetación y de tierra para su análisis. Asesinadas en otro lugar «En cada una de las cinco investigaciones existe un importante paréntesis de tiempo entre el momento en el que desaparecen y en el que son hallados los cuerpos, tenemos averiguar donde estuvieron esas mujeres durante ese tiempo», indicó el detective a cargo de la investigación, Stewart Gull. Las cinco prostitutas han sido hallados en un espacio de tiempo de diez días en los alrededores de Ipswich, en un radio de nueve kilómetros. La policía está convencida de que las prostitutas no fueron asesinadas en el lugar donde fueron hallados sus cadáveres. Además, cree que el asesino es un buen conocedor de la zona de Ipswich y que utiliza ese conocimiento para que se tarde en encontrar los cuerpos y destruir así las posibles pruebas forenses. Pero, a la vez, desea que sean hallados, lo que puede ser un elemento de enorme motivación para el asesino. «Es una persona organizada e inteligente y no se trata dealguien raro; las prostitutas se sientes suficientemente seguras con él como para montar en su automóvil», indicó Gull. La noticia ha calado tan profundamente en la sensibilidad de los británicos que ayer el periódico News of the World ofreció una recompensa de 375.000 euros -la mayor más ofrecida- a quien aporte pistas que ayuden a capturar y procesar al asesino. Y el propio Tony Blair dio su apoyo a la policía.