La Unión Europea reabrió formalmente el debate sobre la reforma de las instituciones comunitarias, paralizada desde el rechazo al proyecto de la Constitución europea en Francia y Holanda, y lo vinculó a la continuidad de su proceso de ampliación. El documento de conclusiones de la cumbre señala que
, es decir, Croacia, Turquía y Macedonia, ya candidatos oficiales, y el resto de los Balcanes, que aspira a serlo. Pero los mandatarios convinieron también en que para mantener la «capacidad de integración» es necesario que los países adherentes asuman las «obligaciones» de los Estados miembros y que la UE sea «capaz de funcionar eficazmente y desarrollarse». Según fuentes comunitarias, Bélgica, Luxemburgo y, en menor medida, Holanda, habían abogado por supeditar explícitamente la entrada de nuevos países en la UE a un acuerdo previo sobre la reforma de las instituciones, tal como ha pedido el Parlamento Europeo.