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Un general chileno dado de baja por «compartir la causa» con Pinochet

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agencias | santiago de chile
León

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Un general de división del Ejército de Chile fue dado de baja por la institución castrense, tras afirmar en una entrevista que ha sido «partícipe de la causa de Augusto Pinochet y la sigo compartiendo», informaron fuentes militares. Se trata del general Ricardo Hargreaves, jefe de la V división del Ejército, asentada en la austral ciudad de Punta Arenas y que recientemente había sido designado jefe de la guarnición militar de Santiago, cargo que iba a asumir este jueves, añadieron. El pasado día 12, en el funeral del dictador Augusto Pinochet, fallecido dos días antes, el diario «La Prensa Austral», de Punta Arenas, publicó unas declaraciones del general Hargreaves en las que decía: «Yo fui partícipe de la causa de Pinochet y la sigo compartiendo». «Le debemos muchas cosas, no solamente como Ejército, sino como país», añadió el militar, quien precisó que su sentimiento frente a la muerte de Pinochet era «de reconocimiento a un gran hombre, que fue capaz de asumir una gran responsabilidad en un momento en el que el país estaba convulsionado y colapsado». Aseguró que tuvo una relación cercana con el dictador: «Prácticamente hice mi carrera con él», dijo Hargreaves, y explicó que le llamaron la atención «su carisma, liderazgo, su visión y sus ganas de sacar el país adelante». Fuentes del Ejército dijeron que el comandante en jefe de la institución, el general Ricardo Izurieta, se enteró de las declaraciones de Hargreaves en las últimas horas del jueves y de inmediato decidió que debía salir de las filas. «Lo citó a su despacho y a las 21.30 hora local (00.30 GMT) le comunicó personalmente su decisión», indicaron las fuentes. Agregaron que Hargreaves reconoció sus declaraciones, asumió su responsabilidad y acató la decisión del general Izurieta, quien posteriormente le comunicó lo ocurrido al Gobierno que, por su parte, le manifestó su respaldo. Este es segundo oficial del Ejército chileno que debe salir por la puerta trasera tras la muerte de Pinochet; el primero fue el capitán Augusto Pinochet Molina, nieto del dictador, que durante el funeral defendió el cruento golpe militar que encabezó su abuelo en 1973. También atacó a los jueces que lo procesaron por violaciones a los derechos humanos y corrupción siendo jaleados en sus argumentos durante el sepelio.