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Bush advierte que puede vetar sus leyes y que no suban los impuestos

Los demócratas toman el control del Congreso después de 12 años

Medidas sociales y éticas presiden su plan para sus primeras cien horas al frente del poder Negroponte dejará su pues

Nancy Pelosi con un gesto gracioso en la sesión del Congreso

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Óscar Santamaría - corresponsal | nueva york
León

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«Hoy estamos haciendo his-toria. Hoy vamos a cambiar el rumbo de nuestro país». Nancy Pelosi, la primera mujer en ocupar la presidencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, no pudo ni quiso ocultar ayer su optimismo en el día en que los demócratas tomaron oficialmente el control del Congreso, en manos republicanas desde 1994. Tras tan larga espera no perdieron ni un minuto para demostrar a quienes les dieron esta nueva oportunidad para dominar la Cámara (233 escaños frente a 202) y el Senado (51-49) que van en serio. Entre su agenda para las primeras cien horas al frente del Capitolio, que empezaran a contar la próxima semana, destacan sus planes para elevar el salario mínimo (2,10 dólares más la hora, lo que lo eleva hasta 7,25 dólares), dar más fondos públicos para la investigación con células madre, recortar los beneficios fiscales para las grandes compañías petroleras,entre otras. Una de las más urgentes será, de entre todas estas, aprobar un nuevo reglamento ético que regule la relación entre los legisladores y los poderosos lobbies (grupos de presión) que pujan por los intereses que representan. Básicamente, buscan imponer restricciones en el uso por parte de congresistas y senadores de aviones privados puestos a su disposición, o prohibir aceptar regalos y viajes pagados. Promesas electorales La confusa relación entre estos dos bandos igual de poderosos en Washington fue lo que provocó el estallido de varios escándalos de corrupción en el seno del Partido Republicano. Pero el optimismo demócrata se encontró con los mensajes que un día antes les mandó George W. Bush. El mandatario dejó claro que sigue siendo el presidente y que, como tal, tiene poder para vetar cualquier ley que salga del Congreso. Tras señalar que la mayoría demócrata no es demasiado amplia (por lo que las disputas internas podrían inclinar la balanza hacia el otro lado), insinuó que ya se pueden ir olvidando de subir los impuestos. «Las elecciones no han cambiado las leyes de la economía», dijo.