Las dos grandes tendencias están prácticamente igualadas en los sondeos
Los serbios deciden hoy entre demócratas y ultranacionalistas
Los euroescépticos se han reforzado tras las decisiones tomadas por la Unión Europea
Una mujer pasa ante uno de los carteles electorales en Belgrado
Serbia celebra este domingo unas elecciones legislativas decisivas, al elegir entre pro europeos y ultranacionalistas, y en un momento en que debe decidirse el futuro de la provincia de Kosovo, de mayoría albanesa. Unos 6,6 millones de electores están llamados a las urnas para elegir a sus 250 diputados, entre 3.799 candidatos pertenecientes a 20 partidos o coaliciones. Menos de una semana después de esta cita electoral, el mediador de la ONU para Kosovo, Martti Ahtissari, presentará el 26 de enero sus propuestas para un nuevo estatuto de esta provincia administrada por la organización internacional desde 1999. Según los últimos sondeos, el Partido Demócrata del presidente reformador Boris Tadic y los ultranacionalistas del Partido Radical se encuentran prácticamente empatados, con un 28-30% de las intenciones de voto. El Partido Radical, dirigido por el ultranacionalista Vojislav Seselj, juzgado por crímenes de guerra en La Haya, representa la principal formación política serbia, con un tercio de los diputados del Parlamento saliente. Serbia atraviesa un periodo de aislamiento desde que, en mayo de 2006, Bruselas decidió suspender sus negociaciones de acercamiento con Belgrado por su incapacidad de detener al general fugitivo Ratko Mladic, inculpado por la justicia internacional de genocidio y crímenes de guerra. La Unión Europea no ha mostrado reparos en alentar a los serbios a votar por los demócratas en las elecciones del domingo, al tiempo que varios altos responsables europeos viajaron a Belgrado para tender la mano al futuro gobierno. «Espero que haya un nuevo gobierno serbio, pro reformas y pro europeo, que realice rápidos progresos hacia la UE», declaró el comisario europeo para la Ampliación, Olli Rehn. Pero los resultados de los comicios siguen siendo inciertos: ninguna formación política está en medida de obtener la mayoría absoluta y se anuncian largas y delicadas negociaciones para la formación del próximo gabinete. «Hay unos 250.000 electores nuevos y sus papeletas pueden ser decisivas, puesto que se espera que voten por las fuerzas reformistas», declaró Zoran Lucic, responsable del Centro para Elecciones Libres y Democracia (CESID), un organismo que vela por el buen desarrollo de los comicios en Serbia. Alianzas Según los expertos, la lógica lleva a apostar a priori por una alianza entre el Partido Demócrata (DS) y el Partido Democrático de Serbia (DSS), del primer ministro saliente, Vojislav Kostunica, nacionalista moderado. Pero, según los sondeos, el DS superará al DSS, lo que le permitirá reivindicar el puesto de primer ministro. Como Kostunica espera mantener el cargo, esta situación podría llevar las negociaciones a un callejón sin salida. Kostunica hace valer aspectos como el económico: el crecimiento se situó en el 6% y las inversiones extranjeras superaon los 4.000 millones de euros.