Estados Unidos quiere levantar instalaciones de este tipo en la República Checa y Polonia
Rusia se alarma por la instalación de escudos antimisiles en Europa del Este
Espera neutralizar las intenciones de ciertos países de desarrollar armamento nuclear
Los planes de Estados Unidos de emplazar elementos de defensa estratégica en algunos países de Europa Oriental suponen una amenaza para Rusia, afirmó ayer el general Vladímir Popovkin, comandante de las Fuerzas Espaciales de Rusia (FER). «Nuestros análisis demuestran que los planes de instalar una estación de radar en la República Checa y una base de misiles balísticos interceptores en Polonia amenazan directamente a Rusia», dijo Popovkin a la agencia Itar-Tass. Las declaraciones del general ruso son una reacción al anuncio que hizo el pasado fin de semana el primer ministro checo, Mirek Topolanek, de que Estados Unidos había solicitado permiso para emplazar elementos del Sistema Nacional de Defensa Antimisiles (NMD en inglés) en el territorio de la República Checa. La estación de radar y la base de misiles serían los primeros componentes en Europa de NMD, un programa que desarrolla Estados Unidos para destruir misiles balísticos en vuelo. «Seguimos con mucha atención el desarrollo de estos planes y adoptaremos las medidas de respuesta adecuadas», subrayó Popovkin. Según el Pentágono, el sistema está destinado a neutralizar las intenciones de ciertos países de desarrollar armamento nuclear que pueda amenazar el territorio estadounidense o de sus aliados. «Es dudoso que la trayectoria de misiles lanzados desde Irán o Corea del Norte pase sobre la república Checa o Polonia», dijo Popovnik en alusión a que las instalaciones del NMD neutralizaría principalmente el arsenal estratégico ruso. Explicó que la estación de un radar en territorio checo permitirá al Pentágono controlar las bases de misiles estratégicos emplazadas en la parte europea de Rusia y de los submarinos nucleares de la Flota del mar del Norte. Añadió que los misiles interceptores en territorio polaco podrían abatir cohetes rusos en la denominada fase activa, que comprende los primeros segundos tras el despegue, antes de que la ojiva llegue a la altura orbital y se oriente hacia su objetivo. «Estos planes preocupan», subrayó Popovnik al comentar recientes informaciones que indican que Estados Unidos, la república Checa y Polonia han reactivado las conversaciones al respecto. Según la agencia rusa Itar-Tass, a la participación de su país en el NMD estadounidense se refirió ayer el ministro de Defensa Nacional de Polonia, Radoslaw Sikorski, quien declaró que su país analiza la posibilidad de albergar parte del escudo contra misiles estadounidense, «Este asunto lo vamos a tratar con mucho cuidado, porque tiene implicaciones que afectarán la país por décadas», dijo Sikorski a la cadena de televisión polaca TVN24.