Un comité del Senado de EE.UU. rechaza el plan de Bush para Irak

El Comité del Senado norteamericano de Relaciones Exteriores, controlado por los demócratas, rechazó ayer el plan de Bush de aumentar las tropas destinadas en Irak. Buena parte del discurso, de unos 50 minutos de duración, se centró en asuntos de ámbito nacional, entre ellos la marcha de la economía, la educación o la reforma migratoria. El organismo aprobó por 12 votos contra 9 una resolución en la que se asegura que la medida tomada por Bush no está en consonancia con los intereses nacionales. La resolución, que pasará al pleno del Senado para que la vote la próxima semana, no es vinculante. Bush la puede pasar por alto con toda tranquilidad, pero los demócratas esperan que supongo un revés político y moral para el presidente. La primera reacción de la Casa Blanca llegó de la mano del vicepresidente, Dick Cheney. «Esto no nos detendrá. El Congreso maneja la bolsa. Evidentemente los legisladores tienen el derecho, si quieren, de cortar los fondos para el aumento de torpas. Pero el presidente tomó su decisión». Llamada a la unidad Este golpe de efecto de los demócratas llega un día después de que Bush llamara a la unidad de los dos partidos en su discurso sobre el Estado de la Unión. «A nuestros ciudadanos no les importa en que lado del pasillo nos sentemos (en el Congreso) mientras seamos capaces de cruzarlo cuando hay trabajo por hacer», señaló el republicano nada más empezar su discurso. Un llamado que si bien no es nuevo, sí tenía más carga de profundidad. Con el Capitolio en manos de la oposición, el tejano realmente quería creerse lo que decía. Pero su intento de ganarse el apoyo del Congreso y salvar los dos años que le quedan en la Casa Blanca se quedó en eso, en un intento. Los demócratas no compraron su discurso. Y eso que el republicano vistió su estrategia para Irak con una gran variedad de políticas domésticas, como la reforma del sistema sanitario y migratorio o el recorte de la dependencia energética extranjera. Cuando llegó el turno de Irak, el presidente se dirigió a los demócratas y a los republicanos moderados que rechazan el envío de 21.500 soldados adicionales al país árabe. A todos ellos les pidió que den a su nueva estrategia «una oportunidad para que funcione». No le hicieron caso. «Esta no es la lucha en la que entramos en este país arábe , pero sí es la lucha en la que estamos ahora» GEORGE W. BUSH Presidente de EE.UU.