La Policía británica ha perdido el rastro de 322 delincuentes sexuales convictos, incluidos violadores y pederastas, que figuran en un registro oficial, un nuevo escándalo que agudiza la actual crisis del ministro del Interior, John Reid. El
publicó ese dato después de preguntar a las cincuenta fuerzas policiales que operan en Inglaterra y Gales cuántos delincuentes sexuales se hallaban en paradero desconocido. El diario usó para ese fin la Ley de Libertad de Información, que permite a todo el mundo acceder a la información que manejan más de 100.000 autoridades públicas, como ministerios, escuelas, hospitales, policía, parte del Ejército o parlamentos regionales. Esos delincuentes sexuales deben informar regularmente de su paradero a la Policía o a funcionarios que vigilan a presos en libertad condicional. El Ministerio del Interior no negó la noticia y se limitó a afirmar que el registro de delincuentes sexuales es una
efectiva que cuenta con un nivel de cumplimiento del <97 por ciento> por parte de las personas inscritas. La Policía Metropolitana de Londres, por su parte, confirmó que en la capital se ha perdido el rastro a 88 de esos infractores. La directora del la organización benéfica de protección de la infancia
, Michelle Elliott, se declaró «conmocionada y molesta» por las polémicas revelaciones. «Esas personas están ahí fuera en las comunidades y cometerán más crímenes, y abusarán de más niños y adultos», añadió Elliott. También opinó sobre el asunto el portavoz de Interior del Partido Conservador (primero de la oposición), David Davis, quien habló de un
. El escándalo se divulgó al término de una semana difícil para el ministro del Interior, John Reid, por la crisis de la superpoblación de las cárceles británicas. Reid recibió muchas críticas por haber pedido en una circular a los jueces del país que dicten sólo penas de prisión contra los delincuentes más peligrosos y los reincidentes debido al hacinamiento en las cárceles.