Madrid equipará a los afganos para cederles el control del país

Las tropas españolas desplegadas en Afganistán seguirán en el país «todo el tiempo que haga falta», pero el Ministerio de Defensa tiene en proyecto un plan para formar, equipar y sufragar unidades militares afganas que recojan poco a poco el testigo y garanticen la seguridad del país asiático. El ministro José Antonio Alonso presentará esta iniciativa en la reunión que celebrará la Otan el 8 y 9 de febrero en Sevilla. Lo que no está en estudio, dijo, es aumentar el número de soldados españoles en Afganistán. Alonso hizo este anuncio en su segundo viaje a Afganistán, donde visitó la Base Avanzada de Apoyo (FSB) de Herat y el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Qala e Naw, ambos bajo control militar español. El ministro reiteró el compromiso con la seguridad y la reconstrucción del país. Rindió tributo al esfuerzo de los soldados españoles en una labor «de riesgo» que se ha cobrado la vida de 18 militares, las 17 víctimas del helicóptero Cougar siniestrado en agosto del 2005 y el soldado paracaidista de origen peruano Jorge Arnaldo Hernández Seminario, muerto en julio de 2006 en un ataque de la insurgencia. Compromiso de la ISAF El compromiso que llevó a Es-paña a Afganistán en el 2002 se mantendrá, pero Alonso recordó que el objetivo de ISAF es devolver de forma gradual el país a manos afganas. Así, Madrid proyecta instruir equipos en el patrullaje y control de la seguridad del territorio, y para ello asumirá los costes iniciales de equipamiento, armamento, mantenimiento y salarios de «las unidades que esponsoricemos», detalló Alonso. El ministerio calcula que el coste por unidad afgana apoyada podría representar el 20% del que supone mantener una unidad española desplazada hasta Afganistán. «Estamos para ayudar a los af-ganos todo el tiempo que haga falta, pero no para suplantarlos. No podemos estar aquí 30 o 40 años a ver qué pasa», subrayó el ministro. Aseguró que «no se ha planteado» el envío de fuerzas a otras zonas del país. Alonso inauguró en Herat un nuevo hospital militar, con servicio también para la población civil, y la pista del aeródromo de Qala e Naw, donde visitó un colegio para niñas.