Cuatro muertos en Israel en el primer atentado tras nueve meses

Grupos militantes palestinos llevaron a cabo ayer su primer ataque suicida en Israel en nueve meses, matando a tres personas e hiriendo a varias en el centro turístico de Eilat, un balneario sobre el mar Rojo al sur de Israel. El hecho se produjo cuatro días antes de que el Cuarteto para la paz en Oriente Medio se reúna en Washington, dentro de un renovado esfuerzo para revivir el proceso de paz entre palestinos e israelíes. La Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de al Aqsa -esta última ligada a Al Fatah, el movimiento del presidente palestino, Mahmud Abas- se adjudicaron la responsabilidad del atentado de manera conjunta, el primero de ese tipo en la ciudad turística del mar Rojo, e identificaron a Ahmad Seerak, de 21 años, de la ciudad de Gaza como el atacante. Era miembro del hasta ahora desconocido Ejército de los Fieles, que también reivindicó la autoría del atentado. La policía israelí dijo que se infiltró desde Egipto. Sin embargo, un potavoz de la Yihad Islámica aseguró que «el mártir llegó [a Eilat] proveniente de Jordania». «Se trata de una operación compleja que fue planificada durante siete años», agregó. Los residentes de Eilat se asustaron con lo que testigos describieron como poderosa explosión en la panadería Lehamim, lejos de los hoteles de la playa. «Vi a un hombre con un abrigo negro y una bolsa. En Eilat, donde hace calor, es raro ver a alguien con abrigo. Me dije: ¿Por qué este idiota va vestido así? Segundos después, escuché una potente explosión. El edificio tembló», aseguró Benny Mazgini, un vecino. El primer ministro hebreo, Ehud Olmert, aseguró que el Estado judío estaba analizando su respuesta. El ministro de Defensa, Amir Peretz, manifestó que los atacantes pretenden acabar con la frágil tregua que dura desde noviembre en Gaza -no firmada por la Yihad-, pero ha pedido a los altos mandos militares que traten de respetarla. La Yihad Islámica y las Bri-gadas de al Aqsa afirmaron que el ataque es una respuesta a los intentos israelíes «de profanar la mezquita Al Aqsa», en Jerusalén, en alusión a las últimas excavaciones arqueológicas.