En las redadas practicadas han sido retenidos nueve presuntos terroristas islamistas
Abortan un plan para degollar a un soldado inglés y difundir el vídeo
La policía británica seguía desde hace meses al comando y al soldado que iba a ser la víctima Los nu
Los cuerpos de seguridad del Reino Unido detuvieron ayer a nueve presuntos terroristas islamistas que pretendían secuestrar a un militar británico y decapitarlo frente a las cámaras de un vídeo que, según algunas fuentes, querían distribuir por Internet. De confirmarse, se trataría de un nuevo tipo de acción terrorista, frecuente en países como Irak, pero no en Occidente. Ocho de las detenciones fueron practicadas en doce redadas en Birmingham. La novena tuvo lugar horas más tarde en una autopista cercana a esa ciudad inglesa, entre cuya población destaca el elevado número de musulmanes. Según los cuerpos de seguridad que llevaban meses siguiendo al comando y su objetivo, un joven soldado del que no se ha facilitado más información, los terroristas estaban en las últimas fases de la ejecución del plan, lo que llevó a los cuerpos de inteligencia y policiales a detener a sus integrantes. El soldado británico, se cree que musulmán, de alta graduación y que ha servido en Afganistán, está protegido por Scotland Yard en un lugar secreto. El complot terrorista se desvía sustancialmente de los que hasta ahora han planeado terroristas cercanos a Al Qaida en Occidente y devuelve una vez más la alarma al país. «Parece que el Reino Unido es particularmente vulnerable a los ataques de Al Qaida por sus vínculos con Pakistán y la comunidad de ese país aquí arraigada», indicó Shane Brighton, un experto en terrorismo del grupo asesor del Gobierno. La cadena Sky News señaló que el objetivo de los terroris-tas era secuestrar al militar y decapitarlo en directo, lo que iba a ser retransmitido por Internet emulando lo que le ocurrió al británico Ken Bigley tras ser secuestrado en el 2004 por el que fuera líder de Al Qaida en Irak, Abu Musab al Zarqawi. Uno de los detenidos tiene 29 años, está casado, tiene dos hijos y es dueño de un ultramarinos. Otro es propietario de una librería, que junto con su casa han sido precintadas por la policía. Un tercer hombre detenido tiene 36 años, está casado y tiene tres hijos de entre diez y catorce años. Una vecina opinó que es una familia simpática y que parecían buena gente. Todos los detenidos son de origen paquistaní. Shabir Husaín, presidente de la mezquita de Ludlow Road, cerca del lugar de las detenciones, dijo que lo ocurrido ha causado una gran conmoción en la comunidad musulmana. «La gente ya no se fía de sus hijos, todo el mundo desconfía de lo que ve en la tele o lo que lee en Internet, estamos todos muy preocupados», añadió.