Irak cierra sus fronteras con Irán y Siria como parte del plan de seguridad
El Gobierno iraquí anunció ayer el cierre de sus fronteras con Siria e Irán y la ampliación de la duración del toque de queda nocturno en Bagdad como parte de un plan de seguridad apoyado por Estados Unidos y que pretende frenar la violencia en la capital. Las medidas ordenadas por el primer ministro, el chií Nuri al Maliki, fueron anunciadas en la televisión estatal Iraqiya por el teniente general Abud Qanbar, el comandante que lidera la ofensiva de seguridad en Bagdad apoyada por las tropas estadounidenses. Qanbar dijo que las fronteras se cerrarán durante 72 horas, pero no cuándo se aplicará la medida. El toque de queda para los vehículos en la capital aumentará tres horas. Antes era desde las 11 de la noche hasta las 6.de la mañana. Ahora em-pezará a las 8 de la tarde. Las autoridades estadouni-dense culpan a Irán de entre-nar y financiar a los extremistas que atacan a sus tropas en Irak. Además, junto con las autori-dades iraquíes, han acusado a Siria de no tomar las medidas necesarias para frenar la entra-da de supuestos combatientes extranjeros en Irak. De hecho, ayer se conoció otra información que amenaza con elevar la tensión entre Teherán y Washington. El diario británi-co Daily Telegraph informó de que las tropas norteamericanas habían encontrado en manos de los insurgentes más de un centenar de fusiles de precisión que Austria había vendido a Irán. Las armas, del calibre 50, utilizadas por francotiradores y capaces de perforar armaduras, han sido descubiertas por el Ejército de Estados Unidos en el transcurso de redadas contra los insurgentes de ese país. Ese armamento formaba parte de un envío de 800 fusiles que la compañía austríaca Steyr-Mannlicher exportó legalmente a Irán el año pasado. Resolución Mientras, el Congreso de Es-tados Unidos comenzó ayer el primer gran debate sobre la guerra en Irak desde el año 2002, cuando autorizó al presi-dente George W. Bush a invadir el país árabe. Pero esta vez la intención es diferente: rechazar su anunciado plan para enviar un total de 21.500 soldados más al frente.Aunque la resolución en la que se expresa dicho rechazo, que podría ser votada el próximo viernes, no es vinculante, servirá para calentar el debate y, en caso de ser aprobada, añadirá presión.