Presenta su renuncia después de una agria discusión con el secretario general, François Hollande
Royal sufre un nuevo revés al dimitir el responsable de economía de su partido
El motivo habla de «una cuestión de método», mientras los sondeos no son nada propicios
Para regocijo de los partidarios de Nicolás Sarkozy, el equipo socialista ha perdido un peso pesado: Eric Besson, secretario nacional de economía y fiscalidad del PS presentó su dimisión tras una agria discusión con el secretario general, François Hollande. Ocurrió en la última reunión de la comisión ejecutiva, oficialmente «por una cuestión de método», sólo dos días después de que Besson evaluara en 35.000 millones de euros el coste de las cien propuestas del «contrato presidencial» presentado por Segolene Royal. A la candidata socialista no le gustó que la envergadura de los números robara titulares a su programa. En un primer momento se negó a comentar la dimisión del responsable económico del partido porque ella se ocupa «de los verdaderos problemas». Ayer, apremiada por los periodistas, destacó la necesidad de un «orden justo» y «un poco de disciplina» en el equipo socialista. Lo dijo muerta de risa mientras visitaba un polígono industrial. Esta semana Arnaud de Montebourg ha recuperado su puesto de portavoz de campaña después de cumplir un mes de suspensión por haber bromeado en un programa de televisión sobre François Hollande, compañero sentimental de la candidata. Falta de preparación Desde dentro surgen otras voces críticas con el desarrollo de la campaña de Segolene Royal, que no levanta cabeza en los sondeos y parece darle la razón a quienes la acusan de falta de preparación. El miércoles llegó tarde a una cita con el deporte en la periferia parisina y enfadó a casi todo el mundo: dejó plantados a los niños y la estrella femenina del fútbol local y retrasó el entrenamiento del equipo de rugby. Los aficionados la abuchearon cuando la vieron en el césped en lugar de los jugadores. En el avión donde viajó a la isla de La Reunión, el candidato de la UMP Nicolás Sarkozy sólo pidió con ironía «que no cambie nada» en la campaña de su oponente, a la que según las dos últimas encuestas saca 7-8 puntos de ventaja en la segunda vuelta, la mayor desde que ambos se lanzaran a la carrera hacia el Elíseo.