El primer ministro presentó la dimisión al jefe del Estado tras perder una votación en el Senado
La presencia en Afganistán fuerza la dimisión del Gobierno de Prodi
El Gobierno italiano se ahorcó él solito, gracias a un órdago de su vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores, Massimo D'Alema, lanzado al ala más revoltosa de la coalición de centro-izquierda. Se votaba la política exterior del Ejecutivo en su conjunto, un paquete que incluía el controvertido asunto de la presencia de tropas italianas en Afganistán. Así que D'Alema, harto de tonterías, dijo el martes: «Si perdemos la votación de mañana, el Gobierno se va a casa». Y eso fue exactamente lo que pasó, para regocijo de la oposición y en medio de una gran bronca en la alegre coalición de nueve partidos del centro-izquierda, donde casi se llegó a las manos. Luego el primer ministro, Romano Prodi, hizo con resignación lo único que podía hacer y que tantas veces hicieron decenas de predecesores suyos, empantanados en las peleas políticas italianas. Subió al palacio del Quirinale y presentó su dimisión al presidente de la República, Giorgio Napolitano. Y ahora vuelta a empezar. El Gobierno sigue de momento en su puesto «para gestionar los asuntos cotidianos», según la nota de Napolitano, que se reserva la decisión de aceptar la renuncia y comenzará mañana las consultas para salir del atolladero político en el menor tiempo posible y de la mejor manera. Pero es un misterio lo que pasará. Escenarios posibles Los escenarios son múltiples: o llega un equipo 'Prodi dos', con otros ministros, si es que aún le quedan ganas; o el Ejecutivo se somete a una moción de confianza y sigue adelante si la supera, pero con el mismo riesgo de nuevas emboscadas; o hasta se organizan nuevas alianzas de partidos de gobierno -los democristianos de UDC ya hacían guiños-, o incluso se convocan elecciones. De este modo Italia se ve de nuevo en una situación muy familiar, pre-berlusconiana, de cuando se cambiaba de gobierno cada seis meses por las rencillas y chantajes de los pequeños partidos o por arcanas conspiraciones políticas que obligan a buscar soluciones imaginativas que den ciertas solidez a las ideas «Prodi está obligado a dimitir por coherencia política, ética y constitucional» SILVIO BERLUSCONI Ex-presidente del Gobierno