No llegó ni a su primer año
En la misma línea que las decenas de gobiernos que se han sucedido en Italia desde la Segunda Guerra Mundial -55- el segundo ejecutivo de Romano Prodi sólo ha durado 281 días, menos de un año, la mitad del tiempo de su primer gabinete, que fue de dos años. Prodi, de 67 años, pensaba que en esta ocasión las cosas serían diferentes, que la brevedad de los gobiernos, que pasaban como suspiros, algunos de sólo siete días, era cosa del pasado, entre otras cuestiones porque el díscolo partido Refundación Comunista, el que derribó su primer ejecutivo en 1998, forma ahora parte de la coalición de centro izquierda La Unión, que él lidera. Al frente de La Unión -variopinta coalición de 16 partidos de la que forman parte los herederos del viejo PCI junto a democristianos, socialistas, verdes, comunistas moderados, comunistas ortodoxos y radicales y otros- ganó las elecciones de abril del pasado año a Silvio Berlusconi, al mismo que venció en 1996. Le ganó por un soplo, menos de 25.000 votos, pero los suficientes para ocupar el Palacio Chigi, la presidencia del Gobierno y formar su segundo gabinete. A la coalición unía el deseo de echar a Berlusconi del poder. Lo lograron, pero sus partidos se han mostrado diametralmente opuestos en temas como legalización de las parejas de hecho, medidas para la liberalización de los mercados y sobre todo en política exterior. Bases americanas El ala más radical de la coalición es contraria a la presencia de tropas italianas en Afganistán y a las bases estadounidenses en Italia y el disenso se vio recientemente cuando el Gobierno autorizó la ampliación de la base de Vicenza (norte), lo que provocó una masiva manifestación contra el Ejecutivo. De nuevo el desacuerdo de los comunistas, que evidenció la fragilidad de La Unión, echó hoy a Prodi del poder, al negarse varios senadores a secundar su política atlantista. Y es que mientras en la Cámara de Diputados La Unión tiene mayoría absoluta, en el Senado -debido a la ley electoral aprobada por el Gobierno de Berlusconi- el centro izquierda sólo saca dos senadores a los conservadores (158 frente a 156). Vista la variopinta coalición, en algunas ocasiones tuvo que echar mano de los siete senadores vitalicios para aprobar las leyes. Hoy las cosas se complicaron, poniendo de manifiesto, que la nueva ley electoral sólo produce inestabilidad. Dos senadores del ala más izquierdista, antimilitaristas, decidieron no votar. Todas las miradas se fijaron en los senadores vitalicios, pero bastó que Giulio Andreotti y Sergio Pininfarina se abstuvieran, el ex presidente Francesco Cossiga votara no y el también ex jefe de estado Oscar Luigi Scalfaro no acudiera por estar resfriado, para que la moción fuera rechazada. Volvió el espectro de los gobiernos breves, mientras que, como si se tratase de un guión, inmediatamente la oposición conservadora de Silvio Berlusconi exigió elecciones anticipadas, aunque sabe que es muy improbable su convocatoria. Ante esta situación Silvio Berlusconi no esperaba este desenlace tan rápido, ya que en los últimos meses aseguraba que La Unión no caería porque el centro izquierda está «ansioso» de poder. El magnate de la televisión privada desembarcó en la arena política en 1993, tras los escándalos de las comisiones ilegales (Tangentopoli) que acabó con los partidos que habían gobernado Italia desde la segunda guerra mundial. Fundó un partido, Forza Italia, y apoyado en consignas populistas y la poderosa máquina de sus canales televisivos, en 1994 ganó de manera aplastante al centro izquierda. Su gobierno -¡como no!- duró sólo seis meses, arrastrado por los problemas judiciales que desde entonces no le han abandonado. En 1996 perdió frente a Prodi, pero en el año 2001 se quitó la espinita, ganando de nuevo al centro izquierda. Por primera vez en la historia de Italia una legislatura llegó hasta su final, convirtiendo al segundo gobierno de Berlusconi en el único que ha aguantado una legislatura completa (2001-2006). Un Gobierno más débil Ahora se vuelve a las andadas. Paolo Mieli, director de «Corriere della Sera», afirmó que el nuevo gobierno, presumiblemente, el Prodi-3, nacerá aún más débil que el actual, dado que es prácticamente imposible que La Unión logre nuevas adhesiones y sabe, además que en política exterior no cuenta con la mayoría en la Cámara Alta. Con el de ayer quedan atrás 55 gobiernos desde la Segunda Guerra Mundial, con sólo 25 primeros ministros, ya que muchos repitieron. Si el que más duró fue el segundo de Berlusconi, el político que más veces ocupó la presidencia del Gobierno fue Giulio Andreotti, siete veces, seguido por los también democristianos Aldo Moro y Mariano Rumor, con cinco cada uno. Prodi, según fuentes de su coalición, está dispuesto a ir a por el tercero, siempre que sea -dice- fuerte.