Cientos de personas participaron en movilizaciones pacíficas
Derriban la casa okupa que causó los disturbios en Copenhague
La secta que compró el edificio dice que construirá un nuevo centro abierto a todos los ciudadanos
Cientos de personas participaron ayer en movilizaciones pacíficas en protesta contra el derribo de Ungdomshuset, el centro juvenil cuyo desalojo originó en los últimos días en los peores disturbios en décadas, entre ocupas y policías, y que se saldó con unos 650 detenidos. El derribo de Ungdomshuset, que la secta cristiana Faderhuset (Casa del padre) adquirió en el 2001, se inició por sorpresa a las 8.00 horas bajo una fuerte protección policial. Ruth Evensen, líder de la secta -contraria al aborto, los homosexuales y los musulmanes-, justificó el derribo por el estado «ruinoso» de la casa y anunció para dentro de un año la construcción de un centro «abierto» a todos los ciudadanos. Los obreros llevaban el rostro cubierto, como tapado estaba el nombre de la firma propietaria de la excavadora por temor a represalias y contraviniendo las recomendaciones de los sindicatos daneses, que habían animado a no aceptar un trabajo que se desarrollara bajo protección policial. A lo largo del día, jóvenes activistas, acudieron a las cercanías del lugar para depositar flores y protestar por la medida, con algún corte de tráfico ocasional, aunque la policía sólo llevo a cabo dos detenciones. Medio centenar se concentraron en la adyacente rotonda de Nørrebro, mientras un par de cientos protestaron con música y ruido frente a la cárcel donde se encuentran la mayoría de las 189 personas que han pasado a prisión preventiva.