Crisis en Ecuador por la consulta sobre la Asamblea Constituyente

Ecuador se sumió ayer miércoles en una aguda crisis política por el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo en torno a la instauración de una Asamblea Constituyente, que llevó a la histórica destitución por parte del tribunal electoral de 57 de los 100 diputados. La pugna entre el presidente Rafael Correa y una mayoría legislativa opositora llegó a su punto más alto con la destitución de los legisladores que se oponían a que los ecuatorianos decidan el 15 de abril en las urnas la instalación de la Asamblea Constituyente. La inédita resolución del Tribunal Supremo Electoral (TSE), adoptada por cuatro de sus siete miembros, recibió el apoyo de Correa, quien asumió en enero el poder con la promesa de llevar a cabo una revolución política radical y socialista. «El Gobierno hará respetar y cumplir la ley», dijo el ministro del Interior, Gustavo Larrea, al tiempo que aseguró que la fuerza pública impedirá la entrada al Congreso a los destituidos. A esos parlamentarios los acusan de bloquear la consulta, al votar el martes la destitución del presidente del TSE, Jorge Acosta, e intentar destituir a los otros tres vocales que apoyan a Correa. «Si quieren guerra, la van a tener», dijo el presidente del Congreso, Jorge Cevallos, uno de los pocos diputados del Partido Renovador Institucional de Acción Nacional no cesados. Afirmó que la resolución del TSE «no será acatada»y ayer suspendió la sesión por falta de quórum. Más de 300 polícías vigilaban la entrada. El Tribunal Supremo Electoral tiene potestad para destituir autoridades, funcionarios o empleados que bloqueen un proceso electoral en marcha, pero los 57 diputados destituidos se calificaron como dignatarios, por lo que rechazaron su cese. Estos parlamentarios votaron hace dos días la sustitución del presidente del TSE, Jorge Acosta.