El presidente se negó a dar su apoyo explícito al candidato de su partido, Nicolas Sarkozy
Chirac se despide instando a Francia a continuar construyendo Europa
En su condición de jubilado de oro recibirá unos ingresos mensuales de 31.300 euros
Con una emoción medida en los gestos y las palabras, Jacques Chirac confirmó anoche a los franceses que no pedirá su voto para un tercer mandato. En su testamento político, el presidente de la República advirtió a sus compatriotas sobre los peligros de los extremismos y el racismo y calificó de «vital» el compromiso de Francia con lograr una Europa fuerte. «Es nuestro futuro el que está en juego», aseguró con solemnidad durante una intervención de diez minutos desde el Elíseo que abrió los telediarios de la noche. Tras el rechazo a la Constitución Europea, Chirac teme la vuelta de «los nacionalismos que tanto mal han hecho al continente». Recomienda al país que siga defendiendo los valores republicanos y el principio de tolerancia «ante el riesgo de un choque de civilizaciones» por culpa de los extremismos religiosos y que «haga valer su peso internacional» para que el desarrollo mundial no caiga en manos del liberalismo. Tras alentar durante meses la duda sobre sus intenciones electorales, Chirac se despidió solemnemente del país sin apoyar explícitamente a ningún candidato, ni siquiera al de su propio partido, el actual ministro del Interior Nicolás Sarkozy. Pero nadie podía ayer robarle el protagonismo al primer presidente francés que se retira en activo a los 74 años con un balance del que dice sentirse «orgulloso» y que tiene intención de continuar «de otra manera» el combate de su vida con «Francia siempre en el corazón». Chirac se resigna así definitivamente a su condición de jubilado de oro, con unos ingresos mensuales de 31.300 euros. Cuarenta años en la política le permiten sumar a los 5.300 euros de la pensión presidencial otros 14.000 por diferentes cargos más los 12.000 que cobrará cada mes como miembro vitalicio del Consejo Constitucional. También se ha cubierto judicialmente las espaldas ante las causas que esperan su pérdida de la inmunidad presidencial: dos procesos abiertos en Nanterre y París por la financiación ilegal de su antiguo partido, el RPR, y los contratos ficticios de su época de alcalde. Durante sus dos mandatos presidenciales los juicios por malversación de fondos y corrupción en la atribución de contratos públicos del Ayuntamiento de París y fraude electoral en la capital han acabado con la condena de varios próximos a Chirac. Pero deja controlados los puestos clave: Laurent le Mes-le era su consejero hasta que en septiembre se convirtió en fiscal jefe y el recién nombrado presidente del Consejo Constitucional, Jean-Louis Debré, ha sido siempre uno de sus más fieles colaboradores. Despegue de Bayrou Sarkozy la socialista Ségolène Royal y el centrista François Bayrou son los tres aspirantes con más posibilidades de suceder a Chirac. Bayrou está siendo protagonista de una espectacular subida en los sondeos, que le auguran una posibilidad de auparse a la segunda vuelta. Ayer ante las cámaras del canal LCI, aseguró que se ve ganador. «Creo que voy a estar en la se-gunda vuelta y creo que voy a ganarla», sentenció. Según el último sondeo, el centrista empataría con Royal, con el 23% de los sufragios, sólo superados por Sarkozy, que tendría el 28%.