Sale de prisión la cabecilla histórica de la Fracción del Ejército Rojo en Alemania
Brigitte Mohnhaupt, figura histórica del movimiento de extrema izquierda Fracción del Ejército Rojo (RAF) y condenada a cadena perpetua por nueve asesinatos, fue excarcelada ayer tras 24 años de prisión. «Mohnhaupt fue puesta en libertad alrededor de las tres de la mañana y varios allegados fueron a buscarla», detalló Wolfgang Deuschl, director de la prisión de mujeres de Aichach (Baviera, sur), donde estuvo detenida la terrorista, que ahora tiene 57 años. Un tribunal alemán estimó el pasado febrero que la ex cabecilla de la RAF «había dejado de presentar un peligro» y abrió la vía a su liberación. Junto a Christian Klar, que sigue encarcelado, Mohnhaupt, a quien la prensa germana bautizó como «la mujer más peligrosa de Alemania», dirigió en los años 1970 la segunda generación de la RAF, tras el suicidio en prisión de su fundador, Andreas Baader, en octubre de 1977. Ambos líderes fueron condenados en 1985 a cadena perpetua por nueve asesinatos, entre ellos el del jefe de la patronal alemana, Hanns-Martin Schleyer, en 1977. Ex estudiante de Filosofía, Mohnhaupt ingresó en este movimiento clandestino en 1971, cuando tenía 22 años, y fue detenida el 11 de noviembre de 1982. Nunca se ha arrepentido públicamente de sus actos. La segunda generación del grupo extremista se había propuesto sacar a sus miembros encarcelados del régimen de aislamiento en el que estaban y proseguir el combate contra el imperialismo. El otoño alemán Bajo el impulso de Mohnhaupt, el grupo fue responsable del otoño alemán de 1977, que culminó con el secuestro y el asesinato de Schleyer. Meses antes, Mohnhaupt había preparado el asesinato del fiscal general federal Siegfried Buback, y ella misma mató a disparos al banquero Jurgen Ponto. Su ausencia de autocrítica sobre sus crímenes suscitó un fuerte debate en Alemania tras el anuncio de su liberación. Waltrude Schleyer, la viuda del asesinado jefe de la patronal alemana, dijo que la decisión le provocaba «úlcera». El fallo judicial también fue muy criticado por el diario Bild. «Es una mujer autónoma e inteligente, muy simpática», destacó Siegfried Fleiner, un cura alemán que la ha visitado con frecuencia en prisión.