La UE cierra sus festejos con la promesa del tratado para el 2009

Los líderes europeos adopta­ron ayer en una ceremonia con gran pompa la Declaración de Berlín por los 50 años de la Unión Europea, que establece sus valores y objetivos para el futuro y fija el 2009 como fecha para un nuevo tratado, tras el fracaso del proyecto de Constitución. En un emotivo discurso en el que evocó su infancia en la República Democrática Alema­na, parte del bloque comunista hasta la caída del Muro de Ber­lín, la canciller Angela Merkel recordó antes de firmar la declaración que «el sueño se ha convertido en realidad», en referencia a la reunificación de Europa lograda por la UE. «Lo que comenzó hace 50 años, debe continuar. Las co­sas no se hacen solas. Crear un clima de confianza necesita años. Una noche basta para per­derlo», advirtió Merkel en un claro llamamiento a la unidad a los otros 26 jefes de Estado y de Gobierno de la UE presentes en el acto que se llevó a cabo en el Museo Histórico Alemán. Para los euroescépticos, la canciller retomó una frase del ex presidente francés Charles de Gaulle sobre lo efímero de los tratados, a los que el general había comparado con «las jóve­nes y las rosas», y recordó con una sonrisa que la UE es «un rosal que ha crecido mucho» desde su creación en 1957 por seis países (Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Italia y Lu­xemburgo). Junto a Merkel, presidenta en ejercicio de la UE, firmaron la Declaración de Berlín el presi­dente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el presidente del Europarla­mento, Hans-Gert Pottering, en representación de las otras instituciones comunitarias. «Es un gran momento durante el cual el espíritu europeo se ha palpado», señaló Durão Barroso, en referencia a la ceremonia que concluyó con el himno europeo. Crisis institucional La Declaración de Berlín, que consta de dos páginas y está escrita en un estilo conciso para que sea ac­cesible a cerca de 500 millones de europeos, saluda los logros de 50 años de paz y democracia en Europa, trazando además las perspectivas para el futuro y los desafíos por afrontar, como la actual crisis institucional que vive el bloque. «El proyecto europeo ha sido un éxito, es un éxito y debe seguir siendo un éxito», advirtió en ese sentido el presidente hispano, José Luis Rodríguez Zapatero.