El primer ministro británico califica la situación de «muy grave» y pide ayuda a la Unión Europea
Blair reúne a su gabinete de crisis tras la captura de los 15 soldados
Teherán mantiene que los detenidos estaban en sus aguas y Londres que era territorio iraquí T
El primer ministro británico, Tony Blair, ratificó ayer que los 15 marineros británicos capturados por Irán el pasado viernes no estaban en aguas iraníes y advirtió a Teherán de que su acción es «injustificable y errónea». Blair calificó la situación como «muy grave» y según algunas fuentes ha pedido la inmediata reunión del Comité Cobra, un grupo de crisis ante lo que en Londres ya se percibe como un grave incidente internacional. «Nos hallamos ante una situación muy grave y no hay duda de que los soldados fueron sacados de un barco que se encontraba en aguas iraquíes», indicó Blair en rueda de prensa tras la reunión de la Unión Europea en Berlín. «Espero -prosiguió- que el Gobierno iraní entienda lo importante que es este asunto para nosotros, que entiendan la seriedad con la que estamos siguiendo su actuación». Pero las medidas diplomáticas que se están adoptando parecen encaminadas al fracaso. Ayer el ministro iraní de asuntos exteriores, Manouchehr Mottaki, llamó al embajador británico en Teherán, Geoffrey Adams, para hacerle oficial la versión de su Gobierno, que los soldados británicos, siete infantes de Marina y ocho marineros, entre ellos una mujer, se encontraban en aguas iraníes en el momento de su detención. Tras la reunión, el embajador británico señaló cuáles eran las prioridades de Londres en este momento: «Hemos vuelto a pedir primero que nos digan donde se encuentran los detenidos y segundo que nos permitan el acceso consular a ellos». «El ministro -continuó Adams- me ha dicho que verá lo que puede hacer». Acusados de espías Algunas fuentes apuntaban a que los soldados británicos fueran acusados de espías y retenidos hasta que las autoridades norteamericanas pusieran en libertad a cinco soldados de la Guardia Revolucionaria Iraní detenidos por fuerzas estadounidenses a principios de año. Londres ha demostrado la gravedad con la que sigue este conflicto con Irán, tal como apuntaba Blair, convocando una reunión del Comité Cobra para que ellos conduzcan la crisis a partir de ahora. Este comité tiene poderes incluso para disolver el parlamento de Westminster si fuera necesario. Sólo se ha reunido en dos ocasiones, tras los atentados del 11-S y los de Londres del 2005. Otra demostración de la im-portancia con la que Downing Street ve esta nueva crisis de rehenes con Irán es la actividad diplomática desplegada por Londres en las últimas horas. Blair ha contactado con los principales líderes europeos, incluido el jefe de la diplomacia exterior de la Unión Europea, Javier Solana, en un intento por mostrar un frente común europeo a las acciones de Teherán.