Diario de León

El primer ministro recordó que navegaban bajo mandato de la ONU

Segolene Royal afirma sentirse halagada cuando utilizan el apodo de « Zapatera»Blair amenaza a Irán con otrasmedidas si no libera a sus tropasLa victoria liberal asegura launidad de la región deQuebec

Londres podría presentar pruebas de que los marinos no se encontraban en aguas iraníes

La titularidad de las aguas donde fueron apresados centra la polémica

La titularidad de las aguas donde fueron apresados centra la polémica

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Fernando Iturribarría - parís agencias | londres agencias | montreal
León

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A Ségolène Royal le gusta que le llamen 'Zapatera' porque ese apodo es «símbolo de victoria». La confidencia aparece en un libro-entrevista puesto a la venta en Francia en el que la candidata socialista al Elíseo desvela facetas ocultas de su personalidad. Así dice detestar el apelativo de 'Madre pudorosa' pero admite que le agrada la comparación con Rodríguez Zapatero desde su elección en 2004 como presidenta de la región Poitou-Charentes. 'Maintenant' (Hachette Littératures) contiene las respuesta a 190 preguntas de la periodista de la revista 'Elle' Marie Françoise Colombani. El título es una clara alusión a 'Ici et maintenant' ('Aquí y ahora'), libro publicado por François Mitterrand en vísperas de su acceso al Elíseo. El difunto presidente socialista es la referencia política de Royal que tiene como modelo a Juana de Arco, «herética para sus jueces, heroica para su pueblo». La 'madre patria', como la ha bautizado el diario 'Libération' por su reivindicación de los símbolos nacionales, desmiente los cotilleos sobre desavenencias con François Hollande, primer secretario del Partido Socialista y padre de sus cuatro hijos. «Sí, seguimos juntos y vivimos juntos. Si no fuera el caso, con la cantidad de paparazzi que nos persiguen ya se sabría» El primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, endureció ayer el tono ante Irán y amenazó con pasar a una «nueva fase» si fracasa la vía diplomática para liberar a los quince militares británicos retenidos por Teherán desde el pasado día 23. «Nuestra principal preocupación es su bienestar (la de los militares) y que se les deje en libertad tan pronto como sea posible», afirmó Blair en declaraciones hechas a la cadena GMTV. «Lo que estamos intentando, de momento, es abordar esto por los canales diplomáticos y hacer que el Gobierno iraní entienda que esta gente debe ser liberada y que no hay justificación alguna para retenerlos», insistió el primer ministro. «Espero -prosiguió- que (Irán) se dé cuenta de que tiene que ponerlos en libertad. Si no, entonces pasaremos a una nueva fase». Preguntado sobre el significado de esa «nueva fase», el jefe de Gobierno laborista respondió: «Bueno, habrá que verlo (...)». Poco después, el portavoz oficial del primer ministro aclaró que Blair se refería a una «manera diferente» de abordar el conflicto y a una actitud «más explícita» por parte del Ejecutivo de Londres. Desde Ankara, la ministra británica de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, calificó de «desafortunada y difícil» la situación entre Londres y Teherán, y presionó para que diplomáticos del Reino Unido puedan tener «acceso consular» a los cautivos. Asimismo, Beckett manifestó su deseo de que la crisis se resuelva «de forma rápida y pacífica», pues «está en interés de todos». Los quince militares, ocho marinos y siete infantes de Marina, fueron capturados el 23 de marzo por la fuerza naval iraní mientras patrullaban aparentemente en aguas iraquíes del Golfo Pérsico, aunque Teherán acusa a los uniformados de invadir su territorio. Sin embargo, Blair subrayó hoy que los quince efectivos de la «Royal Navy» (Armada británica) navegaban por «aguas iraquíes bajo mandato de la ONU, patrullando de forma correcta y de acuerdo con ese mandato». Además, el Gobierno británico reveló hoy que podría divulgar pruebas con el fin de demostrar que los militares, integrantes de la fragata «HMS Cornwall» y entre los que figura una mujer, no se adentraron en aguas iraníes. El primer ministro también fue preguntado si el apresamiento de los británicos se había producido en respuesta a la detención en Irak, a comienzos de año, de cinco «guardianes de la revolución de Irán» por parte de tropas de EEUU, que aún retiene a esos iraníes. El mandatario laborista contestó que «las dos situaciones son completamente distintas». «Cualquier fuerza iraní que entra en Irak -argumentó Blair- está violando el mandato de la ONU y socavando el Gobierno democráticamente elegido de Irak, así que no tenían ningún motivo para estar allí». Mientras sigue el tira y afloja diplomático, la familia de la única mujer entre los cautivos, Faye Turney, de 26 años y madre de una niña de tres, dijo hoy de que está soportando «un momento muy angustioso» y pidió a la prensa que respete su intimidad. El Partido Liberal del primer ministro Jean Charest triunfó por poco margen en las elecciones en Quebec, lo que trunca el deseo de los separatistas de convocar un nuevo referendo sobre la independencia de la provincia francófona canadiense. «Éste ha sido una elección histórica», dijo Charest el lunes por la noche . De acuerdo con las proyecciones de voto, el Partido Liberal de Quebec (PLQ) obtuvo 48 de los 125 escaños de la Asamblea Nacional, seguidos de Acción Democrática de Quebec (ADQ, derecha), con 41, y 36 del separatista PQ, dirigido por André Boisclair. El Partido federalista Liberal, no obstante, pierde la mayoría de la Asamblea, por lo que el próximo Gobierno será minoritario. Un nuevo Gobierno liberal impide la posibilidad de un nuevo referendo sobre la independencia de la provincia, que el separatista Partido Quebequense (PQ) habría prometido realizar de triunfar en los comicios. «Unos pocos miles de votos nos separan de la victoria. Millones de personas aún sueñan con una Quebec independiente», dijo Boisclair, al reconocer su diáfana e inesperada derrota. El primer ministro ganó en las elecciones legislativas en su propia circunscripción de Sherbrooke, según estimaciones de dos cadenas de televisión, pese a que una de ellas poco antes lo había dado como perdedor. El pequeño partido conservador ADQ, que pide mayor autonomía de Quebec pero no la independencia, se muestra como el gran ganador de las elecciones del lunes. Este sería el peor resultado conseguido por los liberales desde hace más de 40 años en Quebec. En las legislativas de 2003, obtuvieron 46% de los votos. Un Gobierno minoritario, situación que sucede por primera vez desde 1878 en Quebec, abre la posibilidad de elecciones adelantadas.

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