Diario de León

El uranio duplica su precio en nueve meses por la demanda energética

Publicado por
David Beriain - redacción
León

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En julio del año pasado, una libra de uranio (0,45 kilos) costaba 48 dólares. Hoy está ya cerca de los 100. Es decir, que en menos de nueve meses el mineral que sirve de combustible a la energía atómica ha doblado su precio. Si se vuelve un poco más atrás en el tiempo, cinco años, la diferencia es aún mayor: el precio se ha multiplicado por diez. Lo que hay detrás de este aumento vertiginoso es un interés cada vez mayor por las centrales nucleares como forma de satisfacer la creciente demanda de electricidad en todo el mundo, proveniente sobre todo de países de fuerte crecimiento como China y la India. De hecho, de las 48 centrales que se construirán hasta el 2013, 13 son chinas y 8 indias. Prácticamente la mitad. Estas dos potencias emergentes suman así la energía nuclear a su ya desesperada sed de otros combustibles, como el petróleo. Eso las está llevando a una carrera con Occidente en lugares como África para asegurarse el control de los yacimientos de crudo. Una carrera silenciosa que a veces se vuelve cruenta, como en Sudán. La pelea por los recursos de ese país entre chinos y norteamericanos está alargando y alimentando la peor tragedia humana del planeta: la guerra en la región de Darfur. Pero hay otras razones no tan materialistas para esta subida exponencial del precio del uranio. Los Gobiernos, sobre todo los del primer mundo, se están sintiendo presionados por un electorado cada vez más preocupado por el calentamiento global. Esto les está haciendo perder interés por fuentes energéticas altamente contaminantes como el carbón y desviándolo a otras que lo son mucho menos, como la nuclear. Además, este tipo de energía se ha librado ya en gran medida del estigma que acarreaba tras tragedias como la de Chernóbil. Los mecanismos de seguridad de las centrales han aumentado tanto en los últimos años que hasta sectores del ecologismo comienzan a defenderla. No tanto por convicción, sino por comparación con los efectos que causan las demás. Por las razones que sea, la tendencia al alza del uranio es clara. El mercado de este mineral ya está saturado de pedidos y el número de centrales proyectadas no para de crecer. Según los últimos datos, se prevé la construcción de 178 nuevos reactores en los próximos años, lo que supone un crecimiento del 40% respecto a los 441 que hay en el mundo. Los países productores de uranio, claro está, se frotan las manos, como Canadá, que lidera el mercado mundial, o Australia, que alberga el 40% de las reservas comprobadas. Pero también otros países del Tercer Mundo, como Níger o Namibia.

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