Batalla campal en Chile en una protesta contra el deficiente transporte público

Más de 800 detenidos, en su enorme mayoría menores de edad, fue el saldo de las protestas que se multiplicaron el jueves en las calles de Santiago de Chile para expresar el descontento general por las deficiencias en la aplicación de un nuevo sistema de transporte público en la capital. Hay aún 38 carabineros lesionados, dos de ellos de gravedad, un centenar de autobuses fuera de servicio por los ataques y supermercados y comercios dañados por pedradas y saqueos. En el balance del día después, el ministerio del Interior informó que fueron 819 los detenidos de la jornada, cuando miles de jóvenes, algunos encapuchados, se enfrentaron a pedradas a los uniformados que los repelieron con palos, chorros de agua y bombas lacrimógenas. Los manifestantes recordaron así el aniversario del asesinato de dos estudiantes durante la dictadura militar (1973-80), pero con más virulencia que otros años debido al malestar reinante en esta ciudad de 6,5 millones de habitantes por el mal funcionamiento del sistema de transporte que se puso en marcha el 10 de febrero y no da abasto. El flamante ministro de Transporte, René Cortázar, que asumió el lunes con el propósito de encauzar el colapso generado por el nuevo sistema, consideró que «no hay que ligar las protestas a un descontento popular amplio». «Son desmanes de personas que no representan a la ciudad de Santiago», minimizó, pero lo que preocupa a los observadores es la gran cantidad de jóvenes involucrados, a un año de las protestas estudiantiles que pusieron en jaque al gobierno de Michelle Bachelet. La intendenta de Santiago, Adriana Delpiano, declaró que entre el 80% y el 90% de los detenidos no han cumplido los 18 años y que la gran mayoría no alcanza los 16. «Lo más nuevo de esta jornada fue claramente la cantidad de niños y adolescentes» que se manifestaron con violencia en las calles, observó. Un grupo irrumpió en un supermercado y lo saqueó durante una hora, otro se dirigió a una firma textil donde también se alzaron con la mercancía allí encontrada. Muchos vehículos, uno de una jueza de la Corte de Apelaciones, fueron apedreados y terminaron con los cristales rotos. También hubo un centenar de autobuses que quedó fuera de carrera por las agresiones, justo cuando más se los necesita. Por esta razón, la Municipalidad resolvió iniciar una demanda civil contra los detenidos para obtener castigos por los daños al mobiliario público y privado, y procurar así un escarmiento efectivo que neutralice a los menores. En aquellos casos en que los imputados tengan menos de 18 años -la mayoría- los responsables de pagar los daños serán sus padres, alertaron los funcionarios.