Pelosi llega hoy a Damasco en la escala más criticada de su discutida gira
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, llegará hoy a Damasco en la etapa más controvertida de su gira por Oriente Próximo. Desde la visita en 2003 del entonces secretario de Estado, Colin Powell en 2003, ningún político estadounidense de alto rango ha viajado a Siria, uno de los enemigos más encarnizados de EEUU en el mundo. Las conversaciones que Pelosi prevé mantener con el presidente sirio, Bachar al Asad, representan un abierto reto a la política del presidente de EEUU, George W.Bush, de marginar abiertamente a Siria de cualquier búsqueda de soluciones en los numerosos conflictos de Oriente Próximo (Irak, Palestina y el Líbano). La Casa Blanca ha calificado de «muy mala idea» la visita de Pelosi, pues considera que Siria «patrocina el terrorismo, intenta desestabilizar al Gobierno de (el primer ministro Fuad) Siniora en el Líbano y permite que combatientes extranjeros crucen a Irak desde sus fronteras». Pelosi encabeza una delegación de 27 miembros del Congreso, y ha declarado que en Siria abordará el apoyo de Damasco a grupos como el libanés Hizbulá y el palestino Hamás (ambos considerados terroristas por EEUU), así como la situación en Irak. Los observadores consideran que Pelosi no ha hecho sino poner en práctica la recomendación de la comisión bipartidista estadounidense que en el llamado «informe Baker-Hamilton» recomendó el pasado año abrir conversaciones tanto con Siria como con Irán para buscar una salida al atolladero iraquí.