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Un ex ministro deorigen argelino dice que Sarkozy le amenazó con partirle la cara

Publicado por
Fernando Iturribarría - parís
León

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A falta de dos domingos para la primera vuelta electoral, el candidato conservador Nicolas Sarkozy, gran favorito en los sondeos de las presidenciales francesas, focaliza los ataques de los demás aspirantes al Elíseo. La andanada más contundente la lanza en forma de libro su ex-compañero en el Consejo de Ministros Azouz Begag, partidario del centrista François Bayrou, quien revela haber sido amenazado por el ex-titular de Interior. «Te voy a partir la cara, cabrón», dice que le dijo. Begag, que era el único ministro de origen no europeo en el Gobierno de centro-derecha, se vio obligado a presentar el jueves la dimisión al primer ministro, Dominique de Villepin, de la cartera de Promoción e Igualdad de Oportunidades al trascender la inminente publicación de su libro. Oriundo de Argelia y sin carné de partido, es un ejemplo de integración pues se crió en las chabolas de Lyón y llegó a doctorarse en economía y sociología. La obra que le ha costado su primera experiencia en el poder se titula 'Un cordero en la bañera', alusión a una expresión con la que Sarkozy estigmatizó en televisión a los musulmanes por degollar animales en sus casas. En sus páginas, Begag desvela los insultos, presiones y amenazas recibidos desde el propio Gabinete por criticar en público a su colega de Interior por su «semática guerrera» y el recurso al inmigrante como chivo expiatorio. Los problemas del dimisionario, que ahora apoya a Bayrou, vienen de su desmarque de la famosa frase de Sarkozy a favor de «limpiar a presión de gentuza los arrabales». Aquellas palabras, que contribuyeron a incendiar tres semanas los guetos étnicos, fueron pronunciadas en octubre de 2005 en Argenteuil, suburbio al que el líder conservador no ha regresado pese a sus repetidos anuncios. En una estudiada maniobra electoralista, el candidato ultraderechista, Jean Marie Le Pen se dio el otro día una vuelta por esa localidad para demostrar que «para el Frente Nacional no hay zonas sin ley». De paso aprovechó para señalar que sus habitantes eran más educados que los universitarios de Ciencias Políticas que la víspera le habían abucheado por recomendar, entre otras lindezas, la «manu militari», es decir, la masturbación, frente a la distribución de preservativos en los liceos.