Le Pen define a Nicolas Sarkozy como «el candidato de la inmigración»
El candidato ultraderechista al Elíseo, Jean-Marie Le Pen, reivindicó sus raíces francesas frente a su rival conservador, Nicolas Sarkozy, que «procede de la inmigración», y apostó por la eliminación de la socialista Ségolene Royal en la primera vuelta de los comicios, el próximo día 22. Le Pen se mostró convencido de que superará la primera ronda de las Presidenciales, como en 2002, y pronosticó que disputará la segunda con Sarkozy, porque cree que Royal será «crucificada» en la primera por los postulantes de extrema izquierda. Sarkozy es «un candidato que viene de la inmigración. Yo soy un candidato del terruño (...) Es una diferencia que puede ser considerada como fundamental por un cierto número de franceses», afirmó el líder del Frente Nacional (FN) en la emisora Europe 1, en víspera de la apertura de la campaña oficial. El candidato de la conservadora y gobernante UMP, que está en cabeza en los sondeos, es hijo de un inmigrante aristócrata húngaro y de una francesa. A la pregunta de si pretende excluir a quienes «no son del terruño», Le Pen precisó que no habría dicho que Sarkozy procede de la inmigración si éste no utilizara como «argumento» el hecho de ser «hijo de un inmigrante». El líder del FN, al que los sondeos sitúan en cuarto lugar, con un 13-15 por ciento de las intenciones de voto para la primera vuelta, cree poder decir «razonablemente» que está «por encima del 20». Le Pen, del que los sondeos no habían vaticinado su paso a la segunda vuelta de las Presidenciales hace cinco años, aseguró que muchos de los votantes clasificados como indecisos -un 42 por ciento, según un sondeo publicado hoy-, en realidad han decidido ya su voto pero se lo callan por temor a «represalias». Le Pen piensa que «objetivamente» su contrincante en la segunda ronda «debería ser» Sarkozy, quien «ha luchado mucho por eso» y se ha encontrado «en una posición ampliamente dominante». Para él, es probable que Royal sea eliminada en la primera vuelta, como lo fue en 2002 el entonces primer ministro socialista Lionel Jospin, y por las mismas razones: el abultado número de postulantes de la izquierda radical.