Ahmadineyad dio a conocer sus «buenas noticias» en la central nuclear de Natanz
Irán desafía a la ONU y a EE.UU. al producir uranio a nivel industrial
Teherán advierte que abandonará el Tratado de No Proliferación si recibe más presiones La Casa Blanca lo califi
En un nuevo desafío a la comunidad internacional, que teme que el régimen de los ayatolás se dote de armamento atómico, el presidente Mahmud Ahmadineyad aprovechó ayer la conmemoración del Día de la Energía Nuclear para dar «la buena noticia» que había prometido días antes: Irán «ha entrado en el grupo de países que producen combustible nuclear a nivel industrial» -lo que significa que dispone ya de al menos 3.000 centrifugadoras para enriquecer uranio-. Pese a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para que suspenda su programa atómico, Irán continúa avanzando en sus actividades, incluso antes de lo previsto, ya que había programado la instalación de 3.000 centrifugadoras para el próximo mayo. En la última resolución, del pasado 24 de marzo, el Consejo exigió a Irán que suspenda sus actividades de enriquecimiento, así como la fabricación de un reactor de agua pesada, y aclare las dudas sobre los fines pacíficos de sus actividades . «El año pasado nuestros científicos lograron la capacidad para producir combustible nuclear y este año hemos alcanzado la producción industrial», proclamó Ahmadineyad ante altos dirigentes iraníes y de diversos países islámicos reunidos en una carpa instalada en la central de Natanz, en el Día de la Energía Nuclear, primer aniversario de la fecha en que los científicos iraníes consiguieron enriquecer uranio. Irán contaba hasta ahora con entre 600 y 800 centrifugadoras para su utilización de forma experimental en laboratorio. De acuerdo con los últimos informes del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la planta de enriquecimiento de Natanz disponía como máximo de 1.000 centrifugadoras en diferentes grados de instalación. El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Alí Lariyani, tomó también la palabra para advertir que «si (las grandes potencias) ejercen nuevas presiones, no tendremos otra opción que reconsiderar nuestra pertenencia al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), como ha decididoel Parlamento». Poco antes el director del Organismode la Energía Atómica de Irán, Golam Reza Agazadeh, calificaba el desarrollo nuclear iraní de «movimiento científico histórico» y dijo que el programa atómico marcha «a una velocidad adecuada». La central de Natanz se encuentran fuertemente protegidas, con decenas de torres de vigilancia a lo largo de todo su perímetro, así como varias baterías antiaéreas ocupadas por soldados del Ejército iraní.