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| Análisis | La lucha contra la sinrazón |

Azote islamista en el Magreb

Varios miembros de la policía inspeccionan el cuerpo de uno de los suicidas

Publicado por
Javier Fernández Arribas - madrid
León

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No descansan. Su dimensión del tiempo y del espacio es muy diferente a nuestro estrés diario enloquecido. No tienen demasiada prisa pero sí muy claro su objetivo: alcanzar el poder e imponer su régimen islamista autoritario. Sin embargo, la utilización de la violencia terrorista les va resultar contraproducente. En un país como Marruecos, donde el movimiento islámico Justicia y Caridad podría ganar las elecciones si se le permitiera presentarse como cualquier otro partido político, la reaparición de terroristas suicidas pertenecientes a la red Al Qaeda va a provocar una reacción general de rechazo. Los seguidores de Bin Laden están reclutando suicidas en los barrios más pobres de Casablanca, dando un giro muy a tener en cuenta por todos. Hasta ahora, el germen islamista con una interpretación del Islam muy cercana al arcaico wahabismo se daba en la universidad de Casablanca. Los impulsores del islamismo radical son intelectuales y profesionales de clase media-alta con un fanatismo ideológico que les lleva al suicidio. El ejemplo más claro fue el grupo que realizó los atentados del 11-S en Nueva York y Washington. En aquellos años se distinguía entre la situación de pobreza y miseria que sufren millones de musulmanes en distintos países de la ambición ideológico-religiosa islamista de Bin Laden y sus acólitos de tratar de imponer su régimen como el Afganistán de los talibanes.. Hay muchos pobres en el mundo, en países musulmanes, que no se les ocurre ser terroristas. De acuerdo, pero ahora el caldo de cultivo de la miseria que alimentó en su momento de desesperados a los movimientos guerrilleros latinoamericanos se está registrando en un país como Marruecos, donde una buena parte de la población malvive en los suburbios de grandes ciudades como Casablanca mientras unos pocos con el Rey a la cabeza, que también es el líder de los creyentes, no lo olvidemos, derrocha lujo y riqueza sin pudor. Combinar el fanatismo ideológico y la miseria tiene enormes riesgos para los islamistas pero de momento han logrado que salten todas las alarmas porque está en marcha la unidad de acción de terroristas argelinos, marroquíes y tunecinos. Se han entrenado en Argelia, en Bosnia, en Irak, en Mali, en Mauritania y ya tienen su particular 11-A, el día del atentado en Argel contra la sede del primer ministro con 33 muertos. Hay que apoyar a estos gobiernos, pero que repartan mejor la riqueza.