La inmigración, la seguridad y el desempleo basan los discursos en la campaña gala

La inmigración, la seguridad y el desempleo son los temas centrales en los mítines de los candidatos a ocupar el Eliseo. A diferencia de elecciones pasadas en Francia, que estuvieron dominadas por una cuestión central, las de 2007 se ven inundadas por diversos temas económicos y sociales, pero sobre todo, los electores se preguntan por la forma en que el nuevo presidente ejercerá el poder. En la recta final de la campaña, los principales candidatos se empeñan en encarnar una nueva generación dispuesta a romper con sus respectivas familias políticas y superar el abismo que ha separado a la clase dirigente de los ciudadanos durante los 12 años de presidencia de Jacques Chirac. Por este motivo, el líder de la derecha, Nicolas Sarkozy, la candidata socialista, Ségolène Royal, y el «tercer hombre» de la campaña, el centrista François Bayrou, se han esforzado en sus campañas en definir una nueva imagen de Francia y de Estado y en dar soluciones a los problemas que más angustian a los ciudadanos, terriblemente desilusionados con la clase política. Sarkozy, defensor de una «ruptura tranquila» con el pasado, se ha dirigido a la «Francia exasperada» que quiere recuperar su «identidad nacional» y poner fin a una «inmigración descontrolada».La candidata socialista separó en su campaña la inmigración, ante la que mantiene una actitud más conciliadora, del patriotismo, que considera necesario fomentar por ejemplo con una mayor presencia del himno y banderas nacionales en la vida cotidiana de los franceses.