| Las caras de Francia | El territorio más reñido |
La batalla por los votos normandos
Cuando en junio de 1944 los aliados desembarcaron en la que llamaron playa de Utah, en la costa normanda, tardaron más de tres semanas en cubrir los sesenta kilómetros que separan al arenal de Cherburgo, la ciudad más importante de la península de la Mancha. Hoy ese trayecto se hace en tres cuartos de hora por una cómoda autovía, pero Cherburgo parece otra vez en guerra. En la primera ronda de las presidenciales, a Sarkozy y a Royal les separaron aquí tan sólo dos votos de diferencia: 5.716 para la socialista por 5.714 para el conservador. La ciudad tiene 50.000 habitantes y esas dos papeletas representan apenas el 0,01% de los sufragios válidos. Una batalla en toda regla .Aún es pronto para saber si el debate de anoche ha servido para que la ciudad incline la balanza hacia uno u otro candidato, pero lo que sí es cierto es que para muchos de los habitantes de Normandía, y de toda Francia, el cara a cara entre los dos presidenciables representaba casi la última oportunidad para decidir el sentido de su voto. Es el caso de Anita Voisin, que ayer a mediodía hacía calceta sentada frente al Atlántico en la playa de Omaha, la del Día D y la Hora H, la que albergó los combates más sangrientos del desembarco que acabó liberando a Francia de la ocupación nazi y señaló el principio del fin del Tercer Reich. Anita, que era una adolescente cuando los marines desembarcaron en Omaha, calceta al sol de primavera junto a su perro de aguas, Ludwig -«El nombre es por Beethoven, no por los alemanes», advierte-, mientras elude confirmar a quién votó en la primera vuelta. Su sonrisa y sus dudas, sin embargo, delatan que prefirió a Bayrou. «De los otros dos ninguno me convence, a ver si hoy lo consiguen. Mañana se lo diré», señala.Según una encuesta que ayer publicaba el diario Le Monde, un 38% de los franceses votarán seguro a Sarkozy mientras que un 36% apoyarán decididamente a Royal. Pero aún hay un 8% de los electores que dudan entre ambos, un 4% que declara que se abstendrá o se inclinará por el líder de la UMP, y un 3% que asegura que sus opciones son o no votaro hacerlo por la socialista. De ellos depende la batalla.