Sudán rechaza entregar al Tribunal de la Haya un alto cargo acusado de crímenes de guerra en Darfur
El Gobierno sudanés rechazó ayer entregar al ex viceministro de Interior, Ahmad Mohamed Harun, y al líder de la milicia «Yanyawid», Ali Kaushib, reclamados por el Tribunal Penal Internacional de la Haya (TPI). El TPI anunció que ha emitido órdenes de detención contra estos dos dirigentes sudaneses, acusados de 51 cargos de crímenes de guerra y lesa humanidad presuntamente cometidos en la región sudanesa de Darfur. El ministro sudanés de Justicia, Muhamed Ali al Mardi, manifestó hoy en una rueda de prensa celebrada en Jartum que «no concedemos importancia y no aceptamos la acciones del Tribunal Penal Internacional. La postura del Gobierno está establecida y no ha cambiado sobre la entrega de ningún sospechoso». Sudán ya rechazó el pasado febrero que Harun y Kaushib fueran interrogados por el TPI después de que el fiscal general de esta institución, Luis Moreno Ocampo, los acusara de dichos crímenes perpetrados presuntamente en 2003 y 2004. Al Mardi agregó que su gobierno no es miembro del TPI y que no ratificó el Estatuto de Roma por el cual se constituyo dicho organismo, e insistió en que este tribunal internacional no tiene competencias sobre Sudán. El responsable sudanés declaró que los tribunales sudaneses pueden juzgar a cualquier persona que haya cometido violaciones en Darfur y puntualizó que Kaushib lleva detenido desde noviembre y que se está investigando su caso. Además, agregó que una comisión gubernamental ha considerado que Harun, actual ministro de Asuntos Humanitarios, está libre de toda sospecha. En febrero el gobierno sudanés afirmó que no es competencia de la Corte Penal Internacional juzgar a ciudadanos sudaneses, aunque un mes después anunció que volvería a interrogar a Harun, ahora ministro de Asuntos Humanitarios, sobre las acusaciones. Según los fiscales, Ahmad Mohamed Harun reclutaba y buscaba fondos para la milicia «Yanyauid», acusada de cometer atrocidades contra la población negra de Darfur, además de «incitar» a los ataques de este grupo pro gubernamental. Los crímenes presuntamente perpetrados por los dos acusados fueron cometidos durante ataques a cuatro ciudades y pueblos al oeste de Darfur entre agosto de 2003 y marzo de 2004.