Los socialistas entierran el hacha de guerra hasta que pasen las legislativas

Los socialistas que lavaron en público sus trapos sucios la noche de la derrota electoral del domingo, decidieron ayer enterrar el hacha de guerra, al menos de momento. La solución a la crisis esbozada en la reunión de la comisión ejecutiva de ayer pasa por «un nuevo dispositivo colectivo» que se encargue de organizar la campaña de las elecciones legislativas de junio. El secretario general François Hollande había lanzado una advertencia previa muy seria a Laurent Fabius y Dominique Strauss-Kahn, los dos competidores de Ségolène Royal por la candidatura socialista a las presidenciales. «No toleraré ningún ajuste de cuentas», aseguró Hollande ante los reproches públicos de los «elefantes» por la «grave derrota» de Royal. Ambos estarán en esta dirección colegiada de la campaña que preparará «un nuevo proyecto legislativo» con vistas a «una refundación política, una reconstrucción ideológica» más profunda del partido, que ha perdido tres elecciones presidenciales consecutivas. Análisis sereno El análisis de los resultados se hizo de forma «serena y calma», según Ségolène Royal, quien también quiere formar parte de la renovación de la izquierda. Su intención era liderarla y llevar el peso de la campaña en las legislativas, algo que parece descartado ahora. Sólo unos minutos después de conocer la derrota, Strauss- Kahn se apresuró a declararse «disponible» para la misma tarea.Los «royalistas» quieren que Ségolène juegue un papel relevante en la campaña y recuerdan que igualó a Lionel Jospin en la segunda vuelta del 95 y consiguió los mismos casi 17 millones de votos que François Mitterrand en 1988. Ella no tiene la menor intención de ceder terreno y ya está organizando un gran mitin para finales de mes con el que darle las gracias a la militancia por su apoyo. Porque se sigue viendo en el palacio del Elíseo y ha confirmado a sus próximos que su objetivo son las presidenciales del 2012, para lo que aspira a convertirse en jefa de la oposición. El problema es que ni siquiera está incluida en las listas al Parlamento. El Consejo Nacional, máximo órgano entre congresos, se reunirá el sábado para hacer balance y fijar una estrategia. La brecha que abrió en el partido el referéndum de la Constitución, dividido entre el sí del aparato y el no de los seguidores de Fabius, amenaza con ampliarse. Frente a su ambición de apertura a la izquierda antiliberal, Strauss-Kahn opone sus inclinaciones socialdemócratas y su proximidad e incluso amistad con el centrista François Bayrou. Fabius afirmó ayer que no era la hora de reclamar cabezas: «Habría sido absolutamente desastroso si al día siguiente de una derrota hubiéramos dado además el espectáculo de un PS que se pelea». En resumen compas de espera para buscar soluciones y rápidas.