Brown se lanza a suceder a Blair y reconoce que hubo errores en Irak

Ya es oficial, el actual ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, presentó ayer su candidatura al cargo de líder del Partido Laborista y primer ministro para suceder a Tony Blair cuando éste deje el poder el 27 de junio. El candidato recibió el apoyo de Blair y parece que no tendrá rival en su trayecto al 10 de Downing Street. Asegura que llega cargado de nuevas ideas y proyectos. Le hará falta para renovar la confianza electoral en el laborismo y mantenerlo unido tras el agotamiento de diez años de blairismo. De momento se ha distanciado de su predecesor diciendo que en Irak se cometieron errores. El protocolo obligaba a que el primero en presentar a Brown como candidato a primer ministro fuera el actual jefe de Gobierno británico. Blair, dijo estar «encantado» de que Brown fuera el candidato a sucederle y prometió «apoyarlo completamente, ya que posee un talento extraordinario y poco corriente». Por último dijo que Brown «tiene todo lo necesario para dirigir el Partido Laborista y el país con distinción». Éxitos económicos Tras las palabras del todavía primer ministro, tomó la palabra el responsable de Finanzas, un hombre sin el carisma de Blair que basa su derecho a ocupar el cargo de premier en sus éxitos económicos como chancellor. «En las próximas semanas y meses, mi tarea será mostrar que tengo las nuevas ideas, la visión y la experiencia para ganar la confianza del pueblo británico», dio Browm, y agregó que «hoy hay nuevas prioridades y ofrezco mi liderazgo para estos nuevos tiempos». Pero lo más sorprendente de su intervención tuvo lugar cuando inevitablemente se habló de Irak. Este escocés de 55 años reconoció que «se cometieron errores», aunque prometió que se mantendrá la presencia británica en Irak «hasta que cumplamos nuestras obligaciones con el pueblo iraquí ». Ayer se anunció que el eslogan de su campaña sera «Brown for Britain» [Gordon Brown para el Reino Unido]. Que Brown sea primer ministro ya es puro formalismo. De tal manera que ayer la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se apresuró a indicar que «el trabajo con Brown como primer ministro irá muy bien», y agregó que las relaciones transatlánticas permanecerán «muy fuertes». El lunes se sabrá si los únicos dos que han mostrado interés en rivalizar con Brown, Michael Meacher y John McDonnell, cuentan con el respaldo de al menos 45 parlamentarios laboristas. Si no lo tienen, Brown será proclamado líder laborista sin necesidad de votaciones. Blair y Brown parecen muy buenos vecinos, pero las rencillas entre ellos no se olvidan. En concreto, cuando Blair negó que hubiera llegado a un acuerdo con Brown para que fuera su sucesor. Éste lo había acusado antes de no cumplir su palabra.