| Perfil | Gordon Brown |
Enigmático pero efectivo
Este escocés es artífice de la estabilidad económica británica al margen del euro
Cuando el líder laborista John Smith murió de un repentino ataque de corazón, tuvo lugar una cena en el restaurante londinense Granita en el que se acordó que el hombre a sustituirle sería Tony Blair, pero que debido a su juventud y escasa experiencia -el partido dudaba de sus cualidades de líder- al poco sería sustituido por Gordon Brown, quien con su imagen de «político contable» contentaba a la anquilosada jefatura laborista. Nadie sabía muy bien quién era este escocés soltero, con un defecto al hablar y ciego de un ojo por desprendimiento de retina desde que sufrió un accidente jugando a rugby. Una década más tarde se ha proclamado como el chancellor que más tiempo ha ocupado su cargo y uno de los que más éxito económico ha logrado. James Gordon Brown nació en Glasgow, Escocia, el 20 de febrero del año 1951. Estudió en el Kirkcaldy High School, y en 1967 entró en la Universidad de Edimburgo, donde estudió Historia e inició su vida política como presidente del club laborista. Con tan sólo 21 años fue nombrado rector de la Universidad de Edimburgo. Ingreso en los Comunes Brown impartió clases en diversas universidades escocesas antes de trabajar como periodista en la televisión de Escocia hasta 1983, cuando ingresó en la Cámara de los Comunes. Su ascenso dentro del laborismo fue vertiginoso, llegando a ser portavoz de la oposición sobre Comercio e Industria (1989-92) y Hacienda (1992-97). Como ministro de Hacienda, el país ha tenido el más largo período ininterrumpido de crecimiento económico de los últimos dos siglos. Muchos economistas consideran que gran parte de esa sorprendente estabilidad se debe a su decisión, en la primavera de 1997, de proclamar la independencia del Banco de Inglaterra, que a partir de ese momento pudo establecer las tasas de interés sin interferencia del Gobierno. Es de destacar su firme determinación de mantener la libra fuera de la zona euro. Tiene fama de más estatalista y próximo a los sindicatos que Blair, pero ha apoyado todas las reformas privatizadoras de los servicios públicos. Además hay cosas que sorprenden de él: fue elegido entre los cien hombres más sexys del mundo, la valoración de su imagen política es un desastre; que su mujer dijera que cuando le interpreten en una película, el papel se lo den al actor George Clooney y que tuviera que desmentir en la cadena BBC el rumor de que era homosexual, casándose a los pocos meses (tiene dos hijos), o por ejemplo que sea menos europeísta que el mismo Tony Blair.