Los convoyes de ayuda humanitaria no han conseguido entrar en la zona de los enfrentamientos OPINIÓN
Los combates del Ejército libanés y los radicales suníes suman ya 77 muertos Matar al adversario
La situación del campo se agrava ante la imposibilidad de atender a los 40.000 civiles
Al menos 77 personas han muerto en los tres días de enfrentamientos entre el Ejército libanés y el grupo radical islámico palestino Fatah Al Islam, en el norte de Líbano, informó la agencia de información de la ONU IRIN. Entre esas víctimas mortales figuran 30 soldados libaneses y 20 milicianos integristas, precisa la agencia, que cita a fuentes palestinas y del Ejército libanés. Por su parte, Sultán Abu Einen, líder del movimiento palestino moderado Al Fatah en Líbano, reveló que esa cifra incluye a 17 civiles palestinos. Entretanto, el frágil alto el fuego no ha logrado aliviar la crítica situación humanitaria que viven alrededor de 40.000 civiles en el campo de refugiados Nahar Al Bared de la ciudad de Trípoli, en el norte de Líbano, y que ha sido el principal escenario de los choques armados. Esa tregua fue anunciada unilateralmente por Fatah Al Islam para permitir la entrada de ayuda humanitaria en el campamento. En declaraciones citadas por IRIN, la responsable de información de la Agencia de Ayuda de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Mona Samra, denunció que hasta ahora no han podido entrar en el campamento para distribuir ayuda. Según su relató, este organismo internacional ha enviado a Trípoli un camión con 6.000 bolsas de pan y seis toneladas de leche, además de agua y medicamentos, pero hasta ahora ha sido imposible repartirla a quienes la necesitan. «Los refugiados están sufriendo una difícil situación humanitaria, que sigue deteriorándose», advirtió la portavoz, que aseguró que «hemos recibido todo el día llamamientos desde el campamento pidiendo que los ayudemos». Por su parte, voluntarios del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sacaron del campamento 32 cadáveres, evacuaron a 27 refugiados a un hospital, y prestaron primeros auxilios a 60 heridos y enfermos, informó la agencia de noticias libanesa NNA. Mientras el ejército libanés penetró en el campamento de refugiados palestino de Nahr al Bader, en Trípoli, donde el grupo radical Fatah al Islam se enfrenta desde el domingo a las fuerzas armadas libanesas, según la agencia libanesa NNA. Según la agencia, el ejército ha logrado avances considerables en la entrada norte de la población de Naher al Bader. Por otra parte, numerosos palestinos de los campamentos de refugiados de Burch al Barachne, al Rashidiya, al Badawi y Ain Halwa, en el Líbano se han manifestado en protesta por lo que está ocurriendo en Nahr al Bared. La televisión qatarí al Yazira ha mostrado las primeras imágenes del campamento en las que se percibe la desesperación y sufrimiento de sus habitantes, cuyo número alcanza los 40.000. La cadena ha mostrado, asimismo, varias imágenes de cadáveres y gente herida en las calles de Nahr al Bader. QUE SE SEPA, Washington ni ha pestañeado ante el anuncio israelí de que nadie, ni el primer ministro Ismail Haniyah ni el jefe político de Hamas, Jaled Meshaal, tienen inmunidad y serán asesinados en cuanto se presente la oportunidad. El heraldo de la noticia ha sido esta vez el viceministro de Defensa, Efraín Sneh, general en la reserva. Lo dijo en el contexto de la emoción suscitada por la muerte de una mujer en Sderot alcanzada por un cohete artesanal Kassam. Es la primer baja israelí por efecto de un ingenio semejante desde noviembre. Los dos dirigentes de Hamas se muestran firmemente opuestos a reconocer jurídicamente al Estado de Israel aunque ofrecen la llamada tesis del armisticio: veinte o treinta años de tregua si Israel acepta la 'iniciativa árabe' y evacua los territorios ocupados en junio de 1967. De hecho, más allá de su propia propuesta, Palestina ha asumido, como todos los otros miembros de la Liga Árabe, tal iniciativa tras formar el gobierno palestino de unidad nacional ahora en crisis. Si los dos hombres llaman a proseguir la lucha armada no podrán quejarse de estar en peligro de muerte. Y esa es la cuestión: no se quejan y parecen asumir el riesgo como parte del oficio. Y para Israel lo peor es que su liquidación dará apenas una satisfacción provisional y, como dijo el estrecho socio de Israel Alexander Owner, al final de la jordana se verá probablemente contraproducente Esta modesta opinión del ministro australiano de Exteriores es universalmente compartida, pero no sobrepasa el gusto de la muerte de sus adversarios materiales que ha caracterizado desde su creación al Estado de Israel, que se siente físicamente cercado y practica el 'ojo por ojo' con eficacia, pero con dudoso buen sentido político. Quienes hayan visto